Policías denunciaron que los delincuentes están mejor armados

Poliguaicaipuros trabajan con las uñas.
Poliguaicaipuros trabajan con las uñas.

Efectivos municipales señalan que aunque el alcalde Francisco Garcés ha invertido más en la policía que durante los últimos 14 años de gestión, están en desventaja contra el hampa.

La pérdida del principio de autoridad, bajos salarios, impunidad y la merma en el mercado negro de las armas de fuego se han convertido en los principales enemigos de los cuerpos de seguridad municipales, los cuales surgieron para contrarrestar la mala imagen dejada por la extinta Policía Metropolitana (PM), pero que se han visto inmersas en varios escándalos.

Argenis Guillén, consultor en seguridad, explicó que “tras los hechos del 11 de abril, cuando el Gobierno le dijo al pueblo que fuera en contra de la policía, la carrera ha ido en franca decadencia porque se dio el fenómeno de la pérdida del principio de autoridad que hasta hoy se mantiene y se resume en que no existe respeto hacia el uniformado”.

-El efectivo está desprotegido porque hay un déficit de dotación y a eso se le suma que las armas asignadas, que suelen llevarse a sus hogares se han convertido en el objeto del deseo de los delincuentes, a quienes cada vez se les dificulta más el acceso a las armas por el tema de la paralización de importaciones y el plan desarme que están efectuando las autoridades.

A ese caldo de cultivo se le suma el sueldo devengado por un uniformado. “Cobra poco más de sueldo mínimo, por lo que no es un oficio atractivo para los universitarios. De hecho, de cada 100 aspirantes, 90 son del barrio, lo que quiere decir que los policías apenas tienen para cubrir lo básico; eso no les da para comprarse un apartamento y terminan conviviendo con los mala conducta que tiene que encerrar o con los familiares de quienes ya ha detenido, lo cual lo pone en un dilema. Es cuando aparecen las tentaciones y se desvían del camino”.

-Se han hecho esfuerzos por depurar los cuerpos, pero esos mismos expulsados de las policías son los que lideran las bandas que se dedican a robar, como lo hicieron en el comando de San Pedro de los Altos de la Policía de Miranda, donde cargaron con 19 armas que irán directo al barrio. Igualmente ahora matan a los policías para despojarlos de sus pistolas, como se presume ocurrió con los cuatro efectivos de Poliguaicaipuro asesinados en 2014 y los dos ultimados en lo que va de año.

Esta opinión es respaldada por el politólogo Sergio Graffe, quien considera que Guaicaipuro se ha tornado en uno de los municipios más violentos por las deficiencias en la policía municipal que presenta un déficit de funcionarios de más de la mitad de los que la integran y donde la  dotación de equipos no es la más adecuada en comparación con la capacidad de fuego y de movilización que poseen los delincuentes de la zona, llevándolos en muchas ocasiones a “tranzarse” con los mala conducta, llevándolos a perder toda legitimidad ante los ojos de la ciudadanía.

A la buena de Dios
La situación descrita encuentra su reflejo en los efectivos de Poliguaicaipuro, que amparados en el anonimato, denunciaron que mientras ellos cuentan en sus pistolas con cinco cartuchos, los antisociales usan cargadores extra largos y disparan a diestra y siniestra porque en el mercado negro sí hay municiones.

-El próximo 01 de mayo nuestros ingresos quedarán por debajo del salario mínimo debido a que al Presidente de la República se le olvida que nuestras familias también requieren atenciones (…) El diputado Freddy Bernal está dedicado a depurar los cuerpos de policía, actos que apoyamos a capa y espada, pero también es necesario que promulguen de una vez por todas la Ley de Seguridad Social del Policía porque a nuestros compañeros caídos se les asciende postmorten, ¿Pero los familiares reciben algo por esta vida entregada por servir a la patria?, no, el ascenso postmorten es un pote de humo, los hijos y las familias de los policías caídos quedan en la calle, no existen pensiones o planes que cubran la ausencia de esos padres de familia.

Añadieron que ven “como se adjudican viviendas a grupos de malandros, que terminan por convertir esos complejos habitacionales en centros dedicados al delito, muestra de esto es el urbanismo El Chorrito, zona donde hay gran cantidad de delincuentes que roban, matan, distribuyen drogas y tristemente el Estado venezolano les entregó esas viviendas para su comodidad. Muchos policías que viven en ese complejo son revisados por grupos hamponiles y si llegaran a tener un arma los roban o matan”.

Ante esta penosa situación los uniformados exigen ser dignificados. “En Guaicaipuro el alcalde Garcés ha apoyado la gestión de la policía, se han inyectado más recursos que en los 14 años de revolución, pero los  funcionarios siguen harapientos, con uniformes que casi se desintegran de tanto uso, no reciben insumos desde hace más de tres años y muchos policías han tenido que comprarlos de su miserable sueldo. Muchos gendarmes están con las botas rotas, con pantalones y camisas deshilachadas que demuestran la desidia y el desinterés de los gobernantes. Entonces nos preguntamos ¿Por qué en las policías de oposición no ocurre lo mismo?”

Johana Rodríguez
jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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