
“El martes cumplimos ya casi 20 días sin agua en el barrio 27 de febrero de El Jabillal”, aseguró Juan de Dios Rincón, habitante de la zona.
En el caserío , ubicado en el kilómetro 41 de la carretera Panamericana, viven aproximadamente 200 familias quienes para poder dar con el preciado líquido deben hacer maromas.
Rincón explicó, “cada familia tiene entre 7 y 8 personas miembros y las que no contamos con tanque o dinero para pagar un servicio privado de cisterna tenemos que mendigar agua a los demás vecinos”.
Asegura que la manera más accesible que tienen para surtirse de agua es llegar al llevadero de Las Tejerías, donde los interesados hacen colas de casi día y medio para poder obtener el agua que necesitan para cumplir con las tareas básicas de cualquier hogar como cocinar, lavar o asearse.
“La gente se va desde el día anterior para poder llegar y surtirse de agua, yo soy una persona mayor, jubilada de la Policía Estadal de Miranda y no puedo echarme esos trotes”, apuntó y agregó, “los que por razones obvias no podemos hacerlo debemos pagar 1500 bolívares y hasta más para que el camión llegue a la zona”.
Rincón alega que las autoridades están muy concientes de este y otros problemas que atraviesan los residentes de El Jabillal, pues en 2012 se aprobaron 2 millones de bolívares para la construcción de un pozo que supuestamente iba a resolver el conflicto, sin embargo 3 años después la sequía continúa.
“Las autoridades competentes se hacen la vista gorda, tratamos de contactarlos y nos dicen que el camión está dañado. Lo máximo que hacen, de vez en cuando, es ir con una manguera y llenar los tanques pero son muchas familias y los tanques no son suficientes”, dijo.
Por otro lado asegura que no cuentan con un servicio de transporte público decente y que la mayoría de las personas llegan a pagar entre 300 y 400 bolívares por una carrera hasta Las Tejerías y zonas aledañas.
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