200 mujeres y niñas están embarazadas tras violaciones de Boko Haram

WVIOLADASEn el campamento, se les proporcionaron alimentos, mantas, mosquiteras, jabón y detergente y se sometió a las mujeres a exámenes médicos para determinar si tienen enfermedades de transmisión sexual, señaló Manzo Ezekiel, otro portavoz de la NEMA

Tras ser liberadas por el ejército nigeriano, algunas empiezan a hablar: las cautivas del grupo islamista Boko Haram, prisioneras durante meses en el norte de Nigeria, cuentan el sufrimiento, el hambre y las amenazas.
Cerca de 700 mujeres y menores fueron rescatadas la pasada semana de los insurgentes que las tenían retenidas en el bosque de Sambisa, uno de sus feudos.
Las autoridades anunciaron haber trasladado a un campo de desplazados a 275 mujeres y niños en la capital del estado de Adamawa, Yola.
Traumatizadas y algunas víctimas de la desnutrición, las exrehenes quedaron en manos de la Agencia Nacional de Gestión de Emergencias (NEMA), que las asiste con apoyo psicológico y trabaja para facilitar su reinserción social.
“Ocho mujeres y quince niños fueron hospitalizados por heridas producidas durante la operación de rescate”, declaró a AFP un portavoz de la agencia, Sani Datti.
Según Sa’ad Bello, coordinador de la NEMA en el estado de Adamawa, muchas mujeres padecen depresión profunda.  “Algunas muestran verdaderas señales de (sufrir) un trauma y nosotros intentamos que entiendan que esto no es el fin de sus vidas”.

No todas corrieron con suerte
En el campamento, se les proporcionaron alimentos, mantas, mosquiteras, jabón y detergente y se sometió a las mujeres a exámenes médicos para determinar si tienen enfermedades de transmisión sexual, señaló Manzo Ezekiel, otro portavoz de la NEMA.
De las casi 300 mujeres y niñas, 214 están embarazadas a causa de las violaciones sistemáticas, por turnos, sin importar la edad.
Una de las rehenes, Binta Abdullahi, de 18 años, había sido secuestrada en su pueblo cerca de Madagli, en el norte del estado de Adamawa, hace más de un año. Logró recobrar la libertad pero otras no corrieron su misma suerte.
“Cuando los militares asaltaron el campo donde estábamos detenidas, nuestros secuestradores nos dijeron que nos refugiáramos bajo los árboles y los arbustos para escapar a los bombardeos del ejército”, declaró la joven a los periodistas a su llegada a Yola.
“Las mujeres que estaban escondidas bajo los árboles fueron atropelladas por los carros de combate que avanzaban sin saber que estaban allí”, declaró Binta Abdullahi.

Vía AFP

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