Esperanza firme

Estamos convencidos, tal como lo decía Mandela, que la educación es el arma más poderosa para derrotar la pobreza. Quienes tenemos como bandera de lucha la educación, sabemos que ésta es la única vía para formar hombres y mujeres críticos, por lo que entendemos la importancia que tienen los profesionales de la enseñanza para el progreso y futuro de un país.

Durante años nuestros docentes han sido discriminados. Sus justas exigencias no han sido escuchadas por un gobierno sordo, que profundizó la inversión de la pirámide salarial, beneficiando a unos y ahogando a otros. Cómo es posible que en nuestra Venezuela, un general gane 8 veces más que un director de escuela, esto sin contar todos los beneficios adicionales que reciben, carro, casa, etc. Una vez más lo repetimos, el día que un maestro gane más que un general, cambiará Venezuela.

Sin duda, lo que nuestros maestros de todos los rincones del país exigen no es más que lo que por justicia les corresponde por ser formadores de futuro. Y es que luego del aumento pírrico de salario mínimo que anunció el gobierno, y que no alcanza ni para comprar diariamente una arepa, los profesionales de la enseñanza quedaron como la guayabera. La situación es tan precaria que luego que se concrete el 30% de aumento, por lo menos el 90% de nuestros docentes del país quedará por debajo del salario mínimo.

Tal como está de deteriorado el poder adquisitivo de todo nuestro pueblo, producto de un modelo económico corrupto que fracasó, todos los docentes del país merecen un incremento de por lo menos 50%, para poder sortear el impacto del alto costo de la vida y de la inflación más alta del planeta.

Así como están de afectados nuestros docentes, lo está todo nuestro pueblo, porque Nicolás y su grupo de enchufados conducen literalmente a nuestro país al abismo. Y es que la crisis que afecta a nuestra Venezuela empezó a sentirse con más fuerza en el mes de abril y se va agudizar más aún en el segundo semestre de este año, porque la restricción de divisas se acentuará, producto de la caída de los precios del petróleo que ahora es cuando empezamos a sentirla, porque hasta ahora se cobraba el petróleo vendido a un barril por encima de los 80 dólares, pero ya no. Esto no solo afectará los bienes finales, sino toda la disposición de materia prima y bienes intermedios para la industria, lo que se traducirá en más escasez y desabastecimiento.

Según los especialistas, nuestra economía está en recesión, ya que desde el segundo trimestre de 2014, no muestra signos de recuperación. Todo hace pensar que el gobierno mantendrá las mismas políticas erradas sin modificaciones, por lo que la situación será mucho peor, entre otras cosas, debido a que la inflación, pudiera ubicarse entre 130% y 180% al cerrar el año.

Pero todo este panorama, que se vislumbra nada alentador, nos tiene que dar más razones para unirnos. Desde ya hace algún tiempo, los venezolanos empezamos juntos a escribir las páginas de lo que será una nueva Venezuela, completamente distinta a la que tenemos actualmente. Sí, ese bravo pueblo que ha sido capaz de tolerar las humillaciones de las colas, los embates de la inflación y el desabastecimiento, cada día tiene los sentidos más despiertos, porque aprendió que un pueblo unido avanza.

La noble tierra de los hijos de Bolívar grita por todos sus rincones que quiere un cambio. Es un ruido ensordecedor que se escucha en todas partes, pero ahora más que nunca es necesario que juntemos nuestras voces para que nos hagamos más fuertes y se escuchen nuestros justos reclamos.

Hacemos esta reflexión para insistir en la importancia que tienen las venideras Elecciones Parlamentarias, que aún siguen sin fecha, porque el gobierno y sus voceros, juegan a la desmovilización. Ellos juegan a que nos resignemos, a que no tengamos expectativas y eso no podemos permitirlo. Solo quien se sabe sin apoyo, juega a la desmotivación y división de su pueblo para mantenerse en el poder.

Todos los días surgen más y más razones para unirnos. Ellos saben que perdieron la calle y por eso todos los días intentan que nuestro pueblo pierda la esperanza, que tire la toalla y que sienta que no hay razones para seguir luchando, pero no podemos permitir que la desesperanza nos venza, porque lo peor que nos puede pasar es abandonar la conquista de esos sueños que tenemos.

Este domingo está pasando algo IMPORTANTE y que estamos seguros que con la participación activa de nuestro pueblo, influirá en el cambio de rumbo de nuestro país. La celebración de las primarias para escoger a parte del equipo de candidatos de la Unidad a la Asamblea Nacional, es una etapa importante. Debemos estar conscientes de que esos hombres y mujeres serán líderes llamados  defender a nuestro pueblo en el Parlamento, desde donde pueden lograr una justa asignación de recursos para los estados y municipios, aprobar un presupuesto nacional donde la prioridad sea la educación, la salud, la seguridad, la vivienda, asignar las cabezas de los poderes públicos como el Fiscal, el Defensor del Pueblo o el CNE, y liberar a todos los presos políticos.

En esta nueva etapa de nuestra historia contamos más que nunca con la unión de nuestro pueblo para producir el cambio que todos queremos. Una Venezuela en la que la docencia sea considerada la profesión más importante. Una Venezuela atada a la educación y al progreso. Un país justo y seguro, donde todos los venezolanos, podamos ganar bien, comer bien y dormir tranquilos. ¡Hoy más que nunca que Dios bendiga a nuestra Venezuela! ¡Sobran razones para unirnos!

Henrique Capriles Radonski

 

 

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