¿Qué candidatos necesita Venezuela?

Leandro Rodríguez Linárez

Venezuela se encuentra entre lo que dicen sus gobernantes, sus detractores y lo que vive el pueblo, hay tres visiones de Venezuela, cada una diametralmente opuesta a la otra forma de ser descrita, sin embargo, la realidad es una, igual para todos, cada habitante de este país afronta los padecimientos reinantes, mismos que por ser ampliamente conocidos no enumeraremos.
Vale resaltar que son los mismos problemas de siempre, los cuales se han empeorado significativamente, así como otros nuevos que le han puesto la guinda a la torta en cuanto al acelerado deterioro de nuestra exigua calidad de vida. Se aproximan las elecciones a la Asamblea Nacional, órgano vital para nuestra democracia en cuanto es quien se encarga de hacer las leyes, así como de controlar al gobierno, dicho sea de paso, atribución de control que recobra doble importancia por cuanto nuestra constitución nacional atribuye al presidente de la nación exageradas competencias, una “democracia presidencialista”.
Siendo así, la elección de los próximos diputados a la Asamblea Nacional no debe ser considerada una contienda más, otra elección de colección, es un acto de suprema importancia que requiere mucha inteligencia por parte de las y los venezolanos, por cuanto una elección correcta nos daría un poder público vigilante del cumplimiento de la ley, del correcto funcionamiento de las instituciones públicas y del transparente uso de los recursos del Estado, pero sí se escogen diputados a la ligera, solo privilegiando el pernicioso carácter partidista tendremos a este poder público velando expresamente por el bienestar de los gobernantes, de elites, de cúpulas, o lo que es igual, seguiremos empeorando la Venezuela insegura, cara, de bochornosa escasez.
En consecuencia, a Venezuela le urgen candidatos que tengan cercanías con la población, con sus padecimientos, con sus dolencias y necesidades, no con compromisos “del partido”. Necesitamos candidatos con propuestas bien elaboradas, no discursos prefabricados, repetitivos. Necesitamos candidatos que sepan la responsabilidad que recae sobre sus hombros, capaces de asumir las acciones a que hubiere lugar en defensa del país, no de furtivos intereses. Se necesitan hombres y mujeres que comprendan que la democracia es institucionalidad, es división de poderes, ésta última cualidad garantiza una democracia funcional, cuando la división de los poderes se ve asaltada por intereses partidistas la democracia se distorsiona en un manojo de instituciones que solo se cuidan entre ellas a manera de cómplices, desligándose del bienestar de la sociedad, siendo eficientes solo para emitir juicios, opiniones o sentencias a favor de sus grandes figuras. Sobre todo, Venezuela necesita en la Asamblea Nacional “venezolanos” no chavistas, adecos, copeyanos, justicialistas… ¡No! Necesita ciudadanos consagrados exclusivamente hacer que las cosas funcionen bien, que el Estado (gobierno y demás instituciones) se apeguen irrestrictamente a la constitución y su carácter de república: división de poderes, libertades, deberes y derechos… sin interpretaciones rebuscadas a nuestra carta magna que solo buscan atornillar en el poder a élites y sus allegados.

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