Comerciantes vislumbran “flojas” las ventas de cara al Día del Padre

teléfonos
Los obsequios tecnológicos están fuera del radar de los hijos que quieren tener un detalle con su progenitor a propósito de la especial ocasión

“No hay dinero ni ánimo para gastar en algo que no se necesita”, dice enfático Doménico Rodríguez al interrogarle con qué pretende agasajar a su progenitor de cara a la venidera celebración del Día del Padre el segundo domingo de junio.

“Hasta hace un par de años yo aprovechaba para renovarle el teléfono a mi viejo pero con lo caro que se ha vuelto todo en este país difícilmente se puede acceder a la tecnología; el aparato más pichache no se consigue por menos de 10 mil bolívares”, dice el estudiante universitario que reside en San Antonio de Los Altos.

Su respuesta es avalada por comerciantes de diversos ramos, quienes añaden que cada año las ventas son más apáticas. “La primera medición del año se hace el Día de los Enamorados, la cual fue bien floja este año, seguida por el Día de la Madre, del padre y finalmente el Día del Niño. Cada una va más devaluada que la otra porque la gente en lo que está pensando es en estirar la plata para comprar el mercado”, afirma Gregorio González, quien atiende un negocio de ropa para caballeros en el Centro Comercial La Cascada, municipio Carrizal.

–Las visitas al centro comercial van a pique, lo que más vida tiene es el supermercado, seguido por las entidades bancarias y una que otra farmacia; de resto la gente pasa rápidamente y quien entra es si acaso para ver o preguntar el precio; la realidad es que poco concretan las compras porque no hay dinero para nada que no sea básico, es decir alimentos, productos de higiene personal y de limpieza del hogar y eso si se encuentran en los anaqueles.

La lenta reposición de mercancía producto de las persistentes fallas con las importaciones tampoco ayuda a mejorar el panorama. “Los estantes están prácticamente vacíos y lo poco que llega es cada vez más caro y por muy barato que se quiere ubicar para garantizar la salida del producto, igual la gente se resiste. La experiencia además me indica que las mujeres son más compulsivas comprando, en cambio el hombre puede durar con un jean hasta cinco años”, añadió.

–Las camisas para caballero no bajan de 4 mil bolívares la más económica, un boxer ronda los Bs. 850 y hay pantalones hasta de 12 mil bolívares, lo que implica prácticamente dos sueldos mínimos. El venezolano tiene nuevas prioridades y la ropa no es una de ellas. Hasta las costumbres se han alterado porque cada año menos son las personas que obsequian a propósito de las fechas especiales que marca el calendario, así como cumpleaños y graduaciones.

Ni comer se puede

Quienes se declaraban antimaterialistas y preferían llevar a su papá a un restaurante en su día, este año lo están pensando hasta cinco veces. “Si para comprar en un local de comida rápida de la feria del centro comercial hay que disponer de no menos de 500 bolívares por persona, imagínate si lo llevo a un restaurante fino y le metemos alcohol”, dijo Santiago Ramírez, habitante de Lagunetica.

–Tenemos una economía distorsionada: todas las semanas todo el mundo aumenta de precio con el cuento del precio del dólar negro. Un menú de sushi que hace menos de dos años pagaba en Bs. 75, hoy va por 485 más la bebida y te apuesto que cuando pregunte en un par de semanas ya sobrepasará los 500 bolívares.

Ir al cine sería la opción más económica al menos en los Altos Mirandinos. “Hay disparidad en los precios de las entradas. En Caracas te pueden cobrar hasta Bs. 300 mientras que en La Cascada está a 180, aún accesible y sin embargo pega cuando va una familia promedio de cinco personas y se antojan de cotufas y refresco”, opinó Francisco Mora, habitante de Carrizal, quien en tono jocoso añadió “tocará retomar la vieja costumbre de la escuela de hacer una tarjetica y acompañarla de un beso y un abrazo”.

Negra proyección

“Si las madres son más populares en los hogares y el centro comercial lució como un día cualquiera en su fecha especial, entonces el Día del Padre irá a estar vacío”, dijo un trabajador de la feria de comida de La Cascada, quien añadió que ya ni en quincena se ve el mismo movimiento de antes.

–La gente destina sueldo base, cestaticktes y se endeuda con la tarjeta de crédito para comprar la mayor cantidad posible de comida porque aún no están garantizando los despachos y vienen con el argumento del por si acaso para llevarse todo lo que consiguen el día que les toca comprar, quedándose sin dinero para la recreación y mucho menos para ahorrar, último que con la devaluación reinante no está precisamente de moda.

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

Salir de la versión móvil