El Gobierno envió a Ricardo Menéndez, Ministro de Planificación, pues suponían que es su mentiroso más capacitado para la interpelación de 18 expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) al régimen venezolano por la crisis general que padece el país. Sin embargo, la mareadera con frases retóricas como “logros de la revolución”, “guerra económica”, “golpe de Estado”, y demás habladeras de pendejadas, no sirvieron para distraer un panel que, literalmente, le dio un revolcón.
Menéndez no pudo responder, porque obviamente no tiene cómo hacerlo, preguntas elementales como: “¿por qué en Venezuela no se produce suficiente maíz para hacer arepas? ¿Qué se ha hecho para fortalecer la producción local de alimentos y evitar la importación de 70% de lo que se come en el país?, ¿cuál ha sido el impacto de la expropiación de 3,6 millones de hectáreas de tierra en el derecho a la alimentación? ¿Qué medidas han tomado para proteger el salario de la inflación? ¿Cuál es el procedimiento para adaptar la remuneración mínima y garantizar que sea realmente suficiente para que una familia de tres personas pueda cubrir sus necesidades básicas, lo cual, según las informaciones que hemos recibido, no se cumple?, ¿cómo se garantiza protección laboral a quienes trabajan en el sector informal? o ¿Por qué hay centros de salud pública con problemas de infraestructura, suministro y aguas negras?”.
Pero no se limitaron a preguntar, sino que realizaron afirmaciones concretas que el funcionario fue incapaz de desviar por carecer de los chivos expiatorios como “el imperio” o “la derecha fascista”. Las verdades fueron en el tenor de un sistema de salud que en su conjunto no está funcionando adecuadamente por fallas de medicinas e insumos, infraestructura y personal, un 35% de pobreza total en el país (el ministro mintió y dijo que era 5,4%), que los datos disponibles indican que la reducción del desempleo se consiguió a expensas del sector público improductivo, que no se han cumplido las metas de la Misión Vivienda Venezuela que era la construcción de 333.000 unidades al año durante un sexenio… De la corrupción simplemente me limito a una de las afirmaciones y una de las preguntas: “Venezuela está entre los países más corruptos del mundo… ¿se creará un órgano independiente para investigar la corrupción?”.
Lucha de indígenas pemones contra la extracción ilegal de oro en Canaima debe ser un tema de interés nacional porque está afectando la ecología, el turismo y a pueblos originarios de una zona con una importancia geoeconomica fundamental. Se cumple más de una semana de protestas y el Gobierno Nacional sigue permitiendo que se destruyan zonas enteras por mineros ilegales. Esos son recursos de todos los venezolanos, además. Hacemos un llamado a defender nuestro territorio, nuestras riquezas y nuestros indígenas con acciones concretas. Basta de que sigan gobernando delincuentes como estos que se roban el oro impunemente sin que el Estado haga nada.
Nadie está por encima de la voluntad de la gente, ni es tan poderoso para eternizarse en el poder. Así lo demuestra la reciente renuncia del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, luego de ser presionado por autoridades, simpatizantes, jugadores y clubes a dejar el cargo. Este ejemplo debe abrirnos los ojos en el sentido de lo que podemos hacer cuando trabajamos unidos. No hay tiranía eterna, ni pueblo que se la cale.
A solo una semana del inicio de la Copa América vemos una Vinotinto entera, fuerte y convencida de que pueden cumplir un papel histórico. El resultado de la edición anterior, cuando logramos llegar a semifinales y perdimos en penales con Paraguay un partido que dominamos de principio a fin, coloca la selección con un compromiso superior. La mentalidad del equipo, como la del pueblo venezolano, se ha vuelto ganadora y eso exige esfuerzos tanto como resultados. No conocían mi faceta deportiva, se las presento ¡Vamos Vinotinto!
Clara Mirabal