
Una de las características del lusitano es su generosidad y sencillez. Muchos de ellos se radicaron en la región altomirandina, pues su clima les hacia recordar la tierra que habían dejado en búsqueda de nuevos horizontes para sus familias; las tierras fértiles los retribuyeron con hospitalidad y han sido testigos de iniciativas filantrópicas como brindar a los más necesitados la ayuda para resolver sus carencias. Por esta razón se inició en Altos Mirandinos hace poco más de dos años la Academia del Bacalao que este sábado tuvo una de sus acostumbradas tertulias.
José Carlos Gouveia, presidentes de la referida asociación, señaló que en esta ocasión la temática de la tertulia donde se encuentran los compadres y las comadres (nombre dados a los integrantes de las academias del bacalao) estuvo centrada en una música típica lusitana: El fado portugués.
“El fado portugués es la expresión musical del alma de Lisboa”, explicó agregando que se “canta con tristeza lo que se fue, el imperio perdido, la patria que pudo ser, al hombre que perdió su gloria. Esto no es más que la historia de Lisboa, su alma cicatrizada tan bien cantada por los grandes poetas Camoens y Pessoa”.
Una vez al mes esta asociación se reúne con la intención de mantener la tradición mundial que acepta no solo a la comunidad lusa entre sus miembros, sino a todo aquel que esté dispuesto a ayudar. “Cuando una persona viene tres veces seguidas al evento pasa a ser compadre de la organización”, indicó Gouveia.
“Hemos trabajado conjuntamente con las alcaldías de la región altomirandina, es propicia la ocasión para invitar a los que quieran conformar la asociación que ya cuenta con unos 890 compadres”, dijo.

Señaló que han logrado cumplir con su funciones a pesar de que la situación actual del país ha reducido en número la cantidad de compadres que asisten a las cenas de gala mensuales. “Tenemos muchos compadres en empresas, supermercados y otros establecimientos, que sumado a lo que invierten en la cena otorgan donativos para entregar bolsas de comida o cancelar exámenes médicos de los más necesitados”, dijo.
A través de esta academia se ha logrado ayudar a los más necesitados, en especial a aquellos portugueses que están solos en nuestro país y en condiciones de carencia.
Explicó Gouveia que han trabajado en conjunto con las alcaldías remitiendo un donativo de vacunas hecho por un laboratorio; en alianza lograron realizar operativos en los sectores más necesitados e inmunizar a niños entre 2 y 8 años de edad.
Pedro Goncalves, cónsul de Portugal para los Altos Mirandinos, señaló que hasta la fecha han ayudado con sus recaudaciones a muchas instituciones con la compra de materiales para habitaciones y donaciones de artículos deportivos para las casas Don Bosco y Enmanuel. “Al principio éramos solo cinco y ya somos más de 800 compadres”, detalló.
Para Goncalves esta tertulia tuvo mayor significado porque dio arranque a la semana de Portugal, cuyo día se celebra el próximo 10 de junio; honraron también al santo patrono de origen portugués, San Antonio, que celebrará su día el próximo 13 de junio.
La tertulia sirvió también para que los invitados especiales conocieran a esta cofradía que existe en 49 países, y sobre todo para reencontrarse con una de las carnes más valoradas no sólo por su sabor sino por los beneficios que aporta a la salud. Se logró el maridaje del plato con un tinto fresco y joven que acompañó la tertulia que proseguirá en la próxima cita de la Academia del Bacalao.
A nivel mundial existen actualmente cuarenta y nueve (49) cofradías. Lisboa, Cascais, Porto, Funchal, San Miguel – Açores, Portimão, son algunas ciudades de Portugal que poseen sus academias. Como ya hemos dicho, Caracas no se quedó atras. Desde 1996 funciona esta academia iniciada bajo los objetivos del bien común
Manuel Pereira, integrante de la Asociación de Industria y Comercio de Las Tejerías, señaló que “esto es tan solo una parte del gran trabajo que hacen los lusitanos día a día por Venezuela. Hay que apoyar estos trabajo que van en beneficio de la colectividad donde hacemos vida”, sentenció.
Pola Del Giudice Ortiz – [email protected]/@polita26