Refugiados en el antiguo edificio de Intevep, ubicado en la zona industrial de la capital mirandina, se organizaron durante la mañana de este domingo para protestar por el deplorable estado de las instalaciones donde hacen vida desde hace poco más de cinco años.
Aseguran que el edificio se está cayendo en pedazos y que se encuentran viviendo en condiciones de poca salubridad.
“Aquí quedamos 15 familias y 17 niños menores de edad, las condiciones del edificio cada vez se deterioran más; las filtraciones cubren todas las paredes y ya han deshabilitado baños y varios espacios del edificio. No es un lugar apto para la vida de nadie y ya la mayoría llevamos cinco años en este lugar que se supone que es un albergue temporal”, declararon algunos de los protestantes que prefirieron mantener su identidad bajo el anonimato.
Agregaron que desde hace años Intevep los tiene desatendidos completamente y poco a poco han venido retirándoles los servicios que les ofrecían al principio.
“Nos resulta inexplicable y una falta de respeto el trato que se nos ha estado dando desde que la mayoría de las familias empezaron a ser reubicadas; se olvidaron de nosotros y de este edificio y no podemos con las reparaciones de un sitio tan grande. Tenemos 6 meses con varios de los baños fuera de servicio y la cocina es un nido de ratas y animales”.
“Quieren meter más gente”
Los habitantes del sitio alegaron además que aún con las pésimas condiciones en las que estas 15 familias habitan el lugar, las autoridades se encuentran realizando acuerdos a sus espaldas para trasladar a más grupos y reubicarlos dentro del edificio.
“Después de 5 años de promesas y engaños, cuando el edificio ya se nos está cayendo encima, ahora Pdvsa que es el ente responsable de nosotros pretende simplemente desprenderse y delegarnos a Corpomiranda, una institución que lo que pretende es meter más gente aquí”, declararon voceros de los refugiados.
Acciones contundentes
Según los afectados, dicha negociación inconsulta entre Pdvsa y Corpomiranda fue la gota que derramó el vaso y lo que los llevó a tomar acciones contundentes.
“Decidimos cerrar con candado las puertas del edificio, pues no permitiremos que se nos trate como si fuéramos a cosas y no personas; no dejaremos que Corpomiranda se apropie de estas instalaciones”.
Además agregaron que desde la noche del sábado los organismos de seguridad del Estado que custodiaban el edificio fueron retirados dejándolos desprotegidos.
“Cerrar con la cadena también es una acción para resguardar nuestra seguridad, pues desde el sábado nos dejaron sin vigilancia”.
Adjudicaciones aún no llegan
Esperanza Hernández, residente del edificio, aseguró que son más de cinco años viviendo de mentiras y engaños.
“A nosotros, la gente de Nueva Casarapa, nos prometieron una adjudicación en la avenida Andrés Bello; nos mostraron los edificios, estuvimos dos años yendo para allá y después nos dijeron que no, que esos ya los habían entregado y que teníamos que esperar a ver a donde nos mandaban. Exigimos las adjudicaciones que nos prometieron”, expresó y agregó “nos dicen que no reclamemos porque ya las casas vienen y si nos quejamos no nos las van a entregar, pero hasta que yo no tenga la llave en mis manos no les creo nada”.
Versión oficial
El concejal del municipio Guaicaipuro y representante de Corpomiranda, Oswaldo Rojas, estuvo presente en el sitio y declaró que se trata de un beneficio que se les va a dar a los actuales habitantes del complejo, pues se pretende realizar tareas de reparación y restauración de las instalaciones del edificio en cuestión.
“Nosotros como Corpomiranda, conjuntamente con Intevep, realizamos un convenio donde se nos dio la potestad para darle solución habitacional directa a los compañeros que se encuentran albergados desde hace más de 4 años, e igualmente a otros ubicados en el refugio de Lanex, en El Rincón”, destacó.
Rojas aseveró que, si bien pretenden incorporar a las familias refugiadas de Lanex dentro del edificio, se trata de una solución temporal.Agregó que la reubicación que se hará de los refugiados de Lanex se debe a que en dichos espacios se está construyendo un supermercado Bicentenario y es necesario mudar a esas 30 familias a otras áreas.
“Para acondicionar el sitio Corpomiranda viene realizando desde el jueves algunos trabajos de primordiales para reparar las filtraciones y los problemas con el tendido eléctrico del edificio; queremos generar un espacio digno para que las personas puedan convivir mientras son adjudicadas”, dijo.
Por último argumentó que los albergues temporales, como es el caso del mencionado edificio, son potestad del Estado y no de un grupo de personas, por lo que agradece la colaboración de los actuales habitantes del recinto.
“El ente encargado de los albergues temporales es el Estado, por lo tanto la corporación está asumiendo tal condición y les aseguramos que en menos de cuatro meses tanto las familias de Lanex como las de este edificio tendrán su solución habitacional”, declaró Rojas.
–El convenio se hizo el viernes, ellos deben ceder los espacios; aquí habían alrededor de 200 familias y a muchos se les ha reubicado y cedido espacios pero estas personas quieren zonas especificas. Nosotros vamos a pasar el caso a la Comisión Nacional de Adjudicación que se encargará de ubicarles su vivienda; no necesariamente la que ellos reclaman sino la que les corresponda y les sea adjudicada.
ZA / [email protected]
