En sus inicios en la gran pantalla Nicole Kidman siempre soñó con ser una actriz de larga cabellera que besara a chicos apuestos. Por esa razón rechazó en una ocasión el papel en donde tenía que vestir un gorro de ducha y besar a una chica.
Sin embargo, 33 años después, una de las intérpretes mejor pagada de la industria cinematográfica dejó sus miedos atrás y emulando a la oferta que rechazó en su juventud, le estampó un apasionado beso en la boca a su colega y amiga Naomi Watts en clamor por un Hollywood sin sexismo.
“Cuando era una muchacha me dieron un papel que me obligaba a besar a otra mujer, dije que no, pero ahora lo veo todo más claro y quiero pedir a las chicas adolescentes que luchen para conseguir lo que buscan. Y es por esto que pido ayuda económica y anímica y, evidentemente, igualdad salarial entre sexos”, manifestó la australiana durante la gala de los Women In Film’s Crystal celebrada ayer.
AP