Panaderías de Los Teques sin reserva de harina para producir

Panadería
Cada vez son más frecuentes los cambalaches entre dueños de negocios

Cerca de una veintena de panaderías funciona en el casco central de la ciudad del clima ideal y al menos la mitad exhibe sendos carteles que dicen “no hay pan”, lo que no hace desistir a los compradores de preguntar por el popular producto que se ve de forma intermitente debido a las irregularidades en el despacho de harina de trigo a los locales de todo el país.

“Donde todavía tienen harina lo están ofreciendo de manera limitada”, dice Lucía Villanueva, ama de casa capitalina, quien pone como ejemplo el local ubicado en la avenida Víctor Baptista, frente a Corposalud, donde ofrecen dos campesinos por persona.

–Hace un par de noches me metí a comprar y había tremenda cola. Tuve que esperar alrededor de 20 minutos para que volvieran a sacar pan y aunque en mi casa para cenar y desayunar gastamos cuatro panes, me tocó llevar la mitad porque es lo que estaban ofreciendo, así que sale dieta forzosa para toda la familia.

La molestia no sólo se siente entre los compradores, quienes deben recorrer hasta siete locales para dar con la mercancía, sino con los comerciantes, que deben estirar lo más posible el inventario para no quedarse sin el producto de mayor salida diaria.

“En la panadería que trabajo llevamos dos semanas sin vender pan, lo que evidentemente genera pérdidas”, explica una trabajadora del ramo que se ampara en el anonimato, quien detalla que les ha tocado trabajar con la poca mercancía que les llega.

–Estuvimos como quince días sin poder ofrecer café con leche porque no nos llegaba la última; ahora llegó pero un litro de leche el proveedor no los deja en 80 bolívares; todas las semanas todo lo adquirimos más caro y a nosotros nos tienen contra la pared con la Ley Orgánica de Precios Justos; por más que uno intenta vender lo más barato posible para que la gente pueda seguir llevando la mercancía, es imposible con los precios que nos ofrecen a nosotros.

Uno de los ejemplos es el caso de las galletas. “Ya un paquete de varias unidades de Club Social ronda los Bs. 400, los chocolates importados están tan caros que ya ni siquiera están llegando y los cigarrillos también están por las nubes, lo que hace que evidentemente la gente opte por llevarse lo que más necesita y en su versión más económica, es decir, el pan, pero no hay, lo que enerva a las personas que acuden día a día con la esperanza de comprarlo”, explicó.

Cambalaches a la orden del día

En medio de la desesperación para mantener las santamarías arriba y poder complacer las peticiones de los clientes, muchos panaderos altomirandinos optan por apoyarse en los revendedores; y otros más en los cambalaches con amigos del ramo.

“Yo he prestado y me han prestado sacos de harina de trigo”, confiesa Marino Rodríguez, quien se encarga de una panadería en el municipio Carrizal, donde no escapan a esta realidad.

“Afortunadamente no me he quedado sin pan, pero eso porque acudo a amigos que trabajan con varios proveedores y si les falla uno tienen un respaldo seguro, en cambio yo, que trabajo con dos molinos, muchas veces me han quedado mal porque a ellos no les llega el trigo, materia prima que es importada y ante las deudas multimillonarias por las trabas en la obtención de divisas es despachada cada vez con mayor dificultad. Esto no sólo está pasando en Los Teques ni en las panaderías pequeñas, es una realidad generalizada donde los peces más pequeños son los más afectados”, explicó el trabajador.

Ganancias a pique

A la baja de producción por las limitantes para obtener la materia prima, se le suman más obstáculos debido a que escasean otros ingredientes que han hecho que saquen de las vidrieras los suculentos dulces y tortas para cantar cumpleaños.

“Cada vez tenemos menos productos que ofrecer en las panaderías. Estamos de manos atadas, por lo que nos sumamos a la petición de Fetraharina y Fevipan para que aprueben, tan pronto como sea posible, la liquidación de divisas. Es una necesidad para nosotros y los compradores quienes se están quedando sin arepa ni pan”, alertó “Pepito”, trabajador de otro local en San Antonio de los Altos.

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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