Especialistas en enfermedades renales aseguran que en Venezuela el candidato a trasplante renal suele pasar entre 4 y 10 años en lista de espera antes de poder operarse.
“Somos un país donde el donante de riñón o de cualquier órgano no es una figura común en nuestra cultura y solo es utilizada cuando tenemos a algún familiar en apuros”, asegura María José Pérez, trabajadora del Centro Nefrológico Integral (CNI) de El Barbecho.
Explica que se trata de un hecho bastante conocido por la mayoría de los pacientes que llegan a ser candidatos para un trasplante de riñón y que figura como una de las principales causas por las cuales muchos se resignan a su condición.
“Debido a la poca cantidad de donantes voluntarios que existen muchos se desaniman y ni siquiera se inscriben en las listas, sabiendo que hay quienes esperan una década entera antes de que aparezca alguien que cumpla con los requisitos de compatibilidad necesarios”, agregó.
Pérez recalcó que esta situación es especialmente común en personas de clase media baja quienes, a pesar de tener trabajos estables, no tienen pólizas que cubran lo suficiente; “éstas son las personas que más sufren, pues cuando se trata de empresas privadas con pólizas millonarias la intervención es programada en un máximo de dos meses”.
Explicó que el proceso de selección de los candidatos cuando hay un donante de riñón disponible responde más a la suerte que a otra cosa; “ellos cuentan con una lista de candidatos para la intervención, si hay algún donante inesperado disponible, por ejemplo un cadáver que cuenta con las condiciones legales necesarias, ellos toman esa lista y comienzan a llamar por teléfono a las personas; si el que está de primero no atiende por equis razón pasan al siguiente y así hasta que alguien atiende y se convierte en el afortunado”.
Agregó que se trata de un sistema poco justo para muchos, pues a veces resultan escogidos quienes tienen menos tiempo esperando; “muchos llevan hasta 10 años en diálisis y aún no han sido intervenidos mientras que otros con mucha suerte o buenos contactos a los 4 años ya reciben la llamada”.
Destacó también que una de las situaciones que puede ayudar a acelerar el proceso es conseguir a un familiar que figure como donante exclusivo del paciente, sin embargo Pérez asegura que es una opción solo para los que tienen pólizas de seguro privadas.
Pérez comentó que en el caso del centro nefrológico para el cual labora las esperanzas para los pacientes no son las más elevadas, “desde que inauguramos solo 3 pacientes han sido trasplantados, los demás aún siguen en la eterna lista de espera”.
ZA