Anfibios del parque nacional Canaima fueron retratados para su conservación

El bautizo se realizó en la librería El Buscón. Foto Marie Fuzeau
El bautizo se realizó en la librería El Buscón. Foto Marie Fuzeau

La primera guía ilustrada del país sobre los anfibios, sus formas de vida, cualidades, comportamiento y distribución en el Parque Nacional Canaima fue publicada por el fondo editorial del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) y bautizada en la librería El Buscón.

El texto está concebido para ser usado por especialistas, estudiantes, aficionados, guías turísticos y cualquier persona interesada en el tema. Por ello, fue redactado de forma sencilla y se enfocó en destacar aquellas características externas y fáciles de observar en ejemplares vivos o en ilustraciones.

La publicación reúne a las 88 especies de este grupo animal que habitan en el parque y que representan alrededor de 60% de la riqueza total de la región Guayana. Cada una de ellas fue identificada y descrita en fichas técnicas de acuerdo a sus principales características morfológicas y ecológicas.

“Elegimos estos criterios para organizar y presentar la información pensando en que cualquier persona, sin entrenamiento técnico, pudiese identificar y ubicar rápidamente a las especies, a través de las fotografías y de los textos redactados en un lenguaje sencillo”, indicó la investigadora del Ivic y autora principal del libro, Josefa Celsa Señaris.

La falta de información detallada sobre estos vertebrados y su situación en la geografía de Canaima, junto a la preocupación por formar a estudiantes en el estudio de los anfibios cristalizaron la idea de realizar una guía accesible a todo público.

Microhábitat de Hypsiboas roraima. Foto Fernando Rojas-Runjaic

Los autores apuestan por el conocimiento como el vehículo idóneo para transitar el camino de la conservación. “En el momento en que lo reconoces es que comienzas a generar empatía y tras eso viene la ocupación y la protección. Nosotros no conocemos a nuestros anfibios, entonces un primer paso es que las personas comiencen a verlos y a comprenderlos”, destacó la investigadora del Ivic y coautora, Margarita Lampo.

La edición provee datos sobre las cualidades generales de estos seres cuyo nombre proviene del griego amphi (ambos) y bio (vida), que significa “ambas vidas”, es decir que pueden habitar en el medio terrestre y en el acuático. De igual manera, incluye una explicación sobre la estructura anatómica básica que permite identificarlos, tomando en cuenta que este grupo incluye a las cecilias, las salamandras y los sapos y ranas.

En las fichas técnicas se encuentran textos descriptivos de los individuos adultos en donde se refleja el tamaño corporal, el tipo de piel, la coloración dorsal, los caracteres más notables de las extremidades, la morfología de la cabeza, el lugar donde habitan, el comportamiento, la distribución geográfica, el tipo de desarrollo y el riesgo de extinción. Varios de estos atributos también son detallados a través de íconos fáciles de visualizar.

La publicación es resultado del trabajo entre las investigadoras del Ivic, el biólogo de la Fundación La Salle, Fernando Rojas – Runjaic, y al herpetólogo del Instituto de Biodiversidad Tropical de Costa Rica, César Barrios. La recolección de información y fotografías de las especies para el libro está soportada en las salidas de campo, los estudios y el continuo diálogo con las comunidades de la zona durante tres décadas.

Proa del Roraima. Foto Javier Mesa

Nacimiento con semillas de sarrapia

Saber que en el Parque Nacional Canaima habitan casi un tercio de todas las especies de anfibios del país le confiere una especial condición a esta zona del territorio nacional.

El árbol de sarrapia (Diphysa punctata), emblemático del sur de Venezuela, prestó sus semillas para bautizar el esfuerzo del equipo creador de la guía, con la intención de honrar la gran biodiversidad hallada en estas tierras únicas.

“En la guía le hacemos un reconocimiento al Parque Nacional Canaima y a la gran diversidad de seres únicos que allí habitan. Es una forma de visibilizar lo invisible y conocer ese patrimonio natural que tenemos, cuyo cuidado es nuestra responsabilidad y compromiso”, puntualizó la autora principal, Celsa Señaris.

La ceremonia de bautizo de la publicación estuvo a cargo de Miguel Delgado Estévez, músico y graduado del posgrado de Inmunología del Ivic. “Cada nacimiento de un libro es el nacimiento del ser humano, es un renacer. Este es un libro encantador y amigable, que te hace sentir bien de solo imaginar el trabajo, la dedicación y el amor que le puso el equipo para lograrlo”, aseveró Estévez.

Ediciones Ivic ha publicado 92 títulos dedicados al área científica en los últimos diez años. A pesar de que el fondo editorial fue creado en 1963 por el Dr. Marcel Roche fue en 2005 cuando se reactivó para plasmar en papel las contribuciones de los investigadores del instituto a la ciencia del país y a las diversas corrientes del pensamiento.

“Este es el primer libro de una serie que denominamos Guía de Campo y la idea es compartir el formato y diseño para publicar sobre otros temas. A través de la oficina editorial del Ivic, el instituto refleja la actividad científica que realiza y le reconoce el esfuerzo y trabajo a sus investigadores por medio de la publicación”, destacó la jefa de la Oficina de Ediciones Ivic, Pamela Navarro.

Exitosos pero vulnerables

Fueron los primeros seres en conquistar el espacio terrestre, por lo que dieron origen al resto de los vertebrados habitantes de este medio. Los anfibios corresponden a un grupo muy diverso del que se han descrito alrededor de 7.800 especies en el mundo.

Están presentes en todos los continentes, a excepción de la Antártida, y poseen una gran cantidad de estrategias reproductivas y de protección frente a los depredadores. “Los anfibios están ubicados en el nodo central de la trama atrófica de la naturaleza en cuanto al flujo de nutrientes y de energía. Se alimentan de una gigantesca cantidad y variedad de invertebrados y por eso, son usados como controles biológicos de plantas. Al mismo tiempo ellos son presa de una alta variedad de vertebrados, tanto en el medio terrestre como en el acuático”, explicó Señaris.

Son los tetrápodos más antiguos y exitosos. Sin embargo, actualmente también son los vertebrados más amenazados en el planeta. La destrucción de hábitats, la propagación de enfermedades causadas por hongos y los efectos del cambio climático global podrían ser responsables de la desaparición de 126 especies de anfibios en los últimos 100 años.

Las tierras altas guayanesas albergan grupos de anfibios endémicos con una distribución muy limitada, como por ejemplo el caso del emblemático sapito del Roraima- perteneciente al género Oreophrynella– las ranas marsupiales del género Stefania, o las ranas de turberas del género Tepuihyla. Varias de estas especies se distribuyen en las áreas más pequeñas conocidas para vertebrados terrestres, lo que los hace vulnerables frente a perturbaciones locales o regionales.

Mariel Cabrujas M (Ivic)

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