Dirigente estudiantil admitió que pagó por asesinato de Hergueta

 Los asesinos fueron capturados en Yaracuy la tarde del martes
Los asesinos fueron capturados en Yaracuy la tarde del martes

La sentaron en una silla y le colocaron tirro en la boca y la nariz, lo que le produjo la muerte por sofocación; posteriormente la descuartizaron. Ayer fue detenido el tercer joven involucrado el el crimen. 

“Siento algo sospechoso, cualquier cosa estoy en la esquina de Canónigos”, decía el mensaje de voz que le dejó Liana Aixa Hergueta (53) a su hermana en el celular la tarde del jueves, minutos antes de entrar al apartamento 605 del edificio Isnotú, donde sería asesinada y posteriormente descuartizada.

Las sospechas de amigos y familiares de la víctima resultaron ciertas. Carlos Eduardo Trejo Mosquera (28) fue quien planeó su asesinato. Las actas policiales indican que el referido dirigente estudiantil quería liquidar a la mujer “porque lo estaba rayando” a través de las redes sociales.

“Es un estafador, se busca”, se leía en uno de los cientos de tweet que colgó Hergueta en su cuenta en la red social luego que Trejo se despareciera con un millón 340 mil bolívares que ella le depositó en una transacción por dólares que nunca se concretó.

La campaña en contra de Trejo, a quien conoció en un foro por los derechos humanos realizado en San Antonio de Los Altos,  alteró tanto al dirigente estudiantil que contrató a José Rafael Pérez Venta (27) y a otra persona para que hicieran el “trabajo” a cambio de dinero.

Según confesó Pérez Venta tras ser detenidos por la GNB en Yaracuy, él llamó a la víctima el jueves con la excusa de venderle unos dólares. La cita fue en la esquina de Canónigos, edificio Isnotú, piso 6 apartamento 605, parroquia Santa Rosalía.

Al llegar al apartamento Pérez Venta y el otro sujeto la sometieron, la sentaron en una silla y le colocaron tirro en la boca y nariz, situación que le produjo la muerte por sofocación según el acta policial.

Allí mismo la cortaron y metieron el tronco en una maleta y las demás partes en bolsas negras. Luego bajaron e introdujeron el cuerpo en el carro de la víctima. Pérez Venta manejó y el otro sujeto iba de copiloto. Tomaron la Baralt y enfilaron por la Cota Mil donde pretendían dejar el cadáver.

Debieron “abortar” la misión cuando se toparon con un grupo de patrullas de la Polinacional. Se desviaron hacia La Florida y llegaron a la calle Los Manolos donde abandonaron el carro y el cadáver. Eran las 6:15 pm del jueves 6, un par de horas después era hallado el cuerpo desmembrado de Hergueta; brazos y cabeza en la parte delantera del vehículo y el torso en una maleta en la parte trasera del carro.

La víctima envió un mensaje de voz a su hermana alertando sobre algo sospechoso el día de su asesinato

“Un sapo”
Sairam Rivas, dirigente estudiantil y candidata a la Asamblea Nacional por el circuito 4 de Miranda, no duda en calificar de “infiltrado y sapo” a Carlos Trejo, a quien conoció en uno de los campamentos instalados en Caracas en 2014.
De hecho Trejo estuvo preso dos veces por “guarimbero”. La primera oportunidad fue el 8 de marzo, cuando el Gobierno ordenó desmantelar el campamento de la plaza Alfredo Sadel, ubicado en Las Mercedes.

Un mes después, asegura Rivas, su causa fue sobreseída junto a la de otros 45. Ella, acusada de instigación pública, agavillamiento y uso de menores en la ejecución de delitos, se quedó en el grupo de los que permanecieron en el Sebin logrando salir el 16 de septiembre por una medida cautelar.

“Él llegó al campamento de la plaza (Alfredo Sadel) en abril. Se ausentó durante 15 días y luego volvió. Desde el principio se identificó como miembro de Operación Libertad”, dice la dirigente estudiantil.

Asegura que desde el comienzo no confió en el sujeto; “notamos conductas muy raras, sobre todo porque él se la pasaba dando órdenes militares, por ejemplo de formación. Eso a muchos de nosotros nos desagradaba”.

Agregó que cuando realizaban colectas para reunir dinero y comprar la comida que era consumida en los campamentos, él siempre pedía plata. “Nos decía que le colaboráramos porque tenía que viajar, que su mamá estaba enferma. Una vez nos pidió seis mil bolívares y seguía insistiendo en lo de su mamá que después comprobamos era falso”.

Agregó que el comportamiento del joven los obligó a tomar la decisión de expulsarlo del campamento, acción que no pudieron ejecutar pues las autoridades los detuvieron a todos.

La segunda vez que lo agarraron fue en Mérida, cuando caminaba por una de las vías en medio de las protestas estudiantiles. Igualmente salió libre a las pocas horas, mientras que su acompañante, un dirigente de Operación Libertad, quedó detenido.

Además de visitar Mérida, Trejo estuvo en San Cristóbal, Valencia, Caracas y San Antonio de Los Altos recorriendo los focos de manifestaciones. En esta última ciudad conoció a Hergueta.

Tal como denunció la víctima,  el joven estafó a mucha gente; en Barquisimeto le prometió una caja de jabones a una señora con la condición de que le depositara 700 bolívares; antes de conseguírsela se despareció con el dinero. A otro señor le prometió un repuesto y con eso le quitó 9.200 bolívares y nunca le dio nada.

Luego, cuando se quedó en casa de Araminta González, una mujer que le dio alojamiento en mayo de 2014 durante las protestas, él, que según compañeros del movimiento estudiantil actúa como un “patriota cooperante”, la delató con el Cicpc y cuando se fue le robó las tarjetas de débito, una laptop y otros equipos electrónicos. Araminta fue detenida bajo acusación de terrorismo.

Daniel Murolo
dmurolo@diariolaregion.net / @dmurolo

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