En su ambiente de trabajo y rodeado de mujeres que cuidan de su aspecto físico, Gabriel Morales, transformado en Gabriela, desde los 18 años, relató su historia de cambio de género masculino al femenino, cuyo canje se denomina transgénero, el cual causó un impacto que repercutió en su personalidad y la ayudó a enfrentar las condiciones impuestas por la sociedad.
Gabriela nació en La Fría, estado Táchira, y forma parte de una familia monoparental donde su madre fue cabeza de familia. A partir de los 8 años de edad comenzó a sentirse identificada con actitudes femeninas. “Lo que más recuerdo de mi niñez fue colocarme la ropa interior de mis hermanas. Me ponía el vestido de primera comunión de una de ellas y sentía un pequeño gusto hacia los varones. Me gustaba un niño trigueño muy lindo que estaba en sexto grado cuando yo estaba en tercero. Lo que me gustaba de él es que era tremendo”, señaló Gabriela.
A raíz de sus gustos, Gabriela manifestó no sentirse normal en comparación a los otros niños, sus primos y hermanos. No se atrevía a preguntarle a su madre el por qué de su inclinación hacia su mismo sexo por temor a su reacción. “El gusto hacia los hombres lo mantuve en secreto hasta los 11 años, tiempo en el que tuve mi primera relación sexual con un niño. Una vez a los 12 años, mi familia empezó a darse cuenta de mis actitudes femeninas. A mi mamá le costó mucho aceptar la realidad de mi vida y lo dejó pasar”.
Durante su adolescencia intentó aparentar ser un niño. Se codeaba con varones para adoptar sus movimientos corporales y forma de hablar para no ocasionarle a su madre un motivo de disgusto ni pasar por las burlas características de los jóvenes de su edad.
Un accidente que sufrió a los 14 años de edad, cuando cayó desde una guaya de aproximadamente 8 metros de altura a una quebrada, le produjo fractura de la cervical y pasó un largo tiempo en rehabilitación, lo que hizo que Gabriela le diera verdadero valor a su vida y se aceptara tal como es. Un año más tarde, debido a un rumor sobre la sexualidad de Gabriela de boca de un adolescente con el que tuvo relaciones íntimas, vecinos del sector donde vivía y familiares se cercioraron de sus indiscutibles gustos hacia su mismo sexo.
“En ese tiempo comenzó la discriminación hacia mi persona. El rechazo de muchos a los que yo quería y que se criaron conmigo me hizo sentir muy mal. De mis seis hermanos solo tuve el apoyo incondicional la mayor y de uno de los varones que es mi hermano adorado. Me tendió la mano, me acepta como soy y adonde vaya soy su hermana. Otro en cambio, muy machista, no me habla, al igual que mi padre que aunque no participó en mi crianza, niega mi existencia como transgénero. Fue fatal cuando mi mamá se enteró. Me corrió de la casa, me golpeó terriblemente. Fui maltratada fuertemente” expresó Gabriela.
Con 28 años de los cuales 7 ha vivido en Caracas, Gabriela comentó haber tenido una niñez muy agradable y hermosa a pesar de las adversidades. Es la segunda de siete hermanos y de descendencia guajira y andina. Aunque su familia era de bajos recursos, recibió una buena educación y valores morales. Hoy es la mano derecha y sustento económico de su madre. Estudió hasta tercer año de bachillerato y afirmó querer culminar sus estudios para empezar la carrera de Enfermería; labora como estilista en un establecimiento de belleza en el centro comercial Sambil, ubicado en Chacao.
A su vez, la tachirense está pasando por un tratamiento hormonal para pulir sus facciones como mujer y reducir el vello corporal. De igual manera se realizó un implante de mamas y le gustaría ser intervenida quirúrgicamente para un cambio de sexo.
“Nunca me prostituí. Siempre práctico el sexo seguro. Jamás estuve con una mujer. Quiero superarme y seguir hacia delante. Cambiar completamente de género. Nací niño y quiero morir niña. Me siento orgullosa de lo que he logrado y de lo que soy. No me siento nada avergonzada. Estoy feliz y me siento bien conmigo misma”, indicó Gabriela.gf
Talento estudiantil
Cada lunes y martes nuestra página Tema del Día presenta entrevistas testimoniales realizadas por estudiantes de Comunicación Social para la cátedra Educación Sexual en el Periodismo, dictada por la Lic. Jenny Marques de la Universidad Católica Santa Rosa.
Harold Álvarez / Desiree Bonafina /Andreina Nedjme / Edgar Romero / Dayana Vásquez