Santos acepta reunirse con presidente Maduro

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, informó que está dispuesto a reunirse con su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, para abordar la crisis fronteriza siempre y cuando cumpla tres condiciones relacionadas con el respeto “a los derechos fundamentales de los colombianos”.

“Le quiero decir al presidente Maduro que estoy dispuesto a reunirme, pero los colombianos necesitan que se les respeten los derechos fundamentales y necesitamos que dé pasos en esa dirección”, declaró Santos desde un acto oficial en el departamento de Antioquia (noroeste).

Las medidas para abrir el diálogo incluyen, en primera instancia, que las autoridades venezolanas abran un corredor humanitario “para que más de 2.000 niños que están al otro de la frontera puedan asistir al colegio aquí en Colombia”, algo que, indicó el presidente, su Gobierno pide desde “hace muchos días”.

Además, será imprescindible que recuperen sus enseres los más de 11 mil colombianos que han salido de Venezuela entre deportados y quienes han abandonado voluntariamente el país desde que Maduro ordenó el cierre parcial de la frontera para, argumentó, reforzar la lucha contra el contrabando y presuntos paramilitares.

“Desde hace 11 días tenemos 15 camiones listos en la frontera para ir a los sitios donde vivían esos deportados y recuperar sus pocas pertenencias. Necesitamos que las autoridades venezolanas, que nos habían prometido que lo iban a autorizar, dejen pasar estos camiones a que vayan por las pertenencias de nuestros deportados”, expuso Santos.

Por último, el presidente exigió que el Gobierno venezolano “cumpla con los protocolos mínimos y no maltrate a los colombianos que van a ser deportados de Venezuela”.

“Si esas condiciones, que son condiciones mínimas humanitarias, se cumplen, yo me siento a arreglar este problema”, aseguró.

Durante su discurso, Santos insistió en que “los problemas de Venezuela no son hechos en Colombia” y que su Gobierno “no es responsable” de la escasez de productos, las complicadas tasas de cambio o la alta inflación que padece el vecino país.

Vía EFE

Salir de la versión móvil