Monseñor Juan de Dios Peña, obispo de la Diócesis de el Vigía San Carlos del Zulia, durante una misa que presidió el pasado 11 de septiembre en el Colegio Venezolano de Roma, con motivo del Día de la Virgen de Coromoto, resaltó la necesidad de orar y pedir a Dios por los momentos difíciles que atraviesa el país, según informó el padre Albert Jaimes (RM), residente en este centro de estudios.
El clamor del obispo toma en cuenta la situación de Venezuela “sobre todo, cuando sufre la variante inestabilidad de un realidad económica y política circundante, expuesta a muchas carencias y tristes situaciones que lamentablemente perjudican y agravian a un pueblo débil e indefenso”.
Informó el padre Albert que a la celebración invitaron a los tres prelados, que durante estos días realizan el “Curso de Obispos recién consagrados”: el citado monseñor Juan de Dios Peña, primer obispo egresado de este colegio durante sus estudios de especialización en la Pontificia Universidad Gregoriana; monseñor Raúl BiorCastillo, obispo de la Diócesis de la Guaira; y Monseñor Benito Adán Méndez, obispo del Ordinariato Castrense para Venezuela.
De igual modo, estuvo presente el padre Carlos Boulanger, rector del Colegio Venezolano; el padre Jesús Pulido, vicerrector del Colegio y todos los demás sacerdotes que actualmente residen en esta casa de formación durante sus estudios en Roma.
El Prelado indicó que “como sacerdotes se debe caminar siempre con el pueblo, salir al encuentro de quienes buscan ayuda, ir junto a ellos por el camino, hoy por hoy, nos encontramos ante un pueblo que sufre y que tiene necesidades, las cuales, se deben conocer muy de cerca para poder de esta manera poder dar un mejor mensaje, que aliente y que reconforte; poder sanar y orientar el camino hacia la salvación”.
Monseñor Juan de Dios dedicó un canto de Comunión, recordando de esta forma sus momentos vividos en el Colegio Venezolano. También, dirigió unas palabras de felicitación y ánimo a los sacerdotes que se preparan académicamente, indicándoles que hay un pueblo que espera y anhela buenos pastores. “Animo a seguir preparándose para un mejor servicio a la Iglesia, siendo humildes y generosos”, dijo a sus hermanos sacerdotes.
En torno a la Patrona de Venezuela,el Obispo comentó que María de Coromoto, “es Madre de Jesucristo y esperanza de quien a ella acude poniendo sus anhelos y esperanzas por un mundo mejor, en el que reina la paz y la justicia; la armonía y la caridad”.
Por otra parte, el padre Jaimes, recordó que el 11 de septiembre es una “todos los venezolanos recordamos con augurio y devoción la fiesta de nuestra patrona, la Virgen de Coromoto, que desde los llanos occidentales, mostró su más amorosa bondad y caridad para con quienes serían sus hijos muy amados, los hijos de Venezuela”.
Igualmente resaltó la importancia de sentir a María Madre, “que nunca abandona y que siempre nos ayuda en el camino”.
Esta fue la razón que les animó a celebrar en la Capilla del Colegio Venezolano de Roma, “como seguramente lo hicieron en toda Venezuela, la Misa en honor a la Virgen María de Coromoto”, según expresó en su nota informativa.
De igual manera, el padre Albert Jaimes describió el lugar como una “casa de convivencia de sacerdotes venezolanos, que realizan estudios en distintas universidades pontificias en la ciudad de Roma”.
Luego de la Eucaristía se brindó una pequeña cena, momento que se aprovechó para el dialogo y el compartir; el padre Carlos, Rector del Colegio, saludó y agradeció a los Obispos por su presencia en el Colegio, quienes serán siempre bienvenidos.
De esta forma, el Colegio Venezolano en Roma, celebró y se unió al jubilo de todos los venezolanos; desde muy lejos, desde el viejo continente, una porción de Venezuela en Roma, celebró a su patrona, Nuestra Señora de Coromoto./NDP
