Muchos no han terminado de comprar los uniformes escolares y ya están pensando en cómo cubrir los gastos de diciembre en medio de una crisis generalizada que hace que la inflación para cierre de año esté proyectada en 151,8 %.
“Un paquetico de tres medias tobilleras que a inicios de año se podía llevar por Bs. 150, ahora está en 1.150; los zapatos más baratos para los chamos, de marca de dudosa procedencia, no se encuentran por menos de un sueldo mínimo, lo que me lleva a pensar en qué hacer en diciembre con mis dos chamos, porque con todo tan caro y aumentando semanalmente, intuyo que cuando me paguen los aguinaldos se me irán como agua entre las manos”, confesó Egilda Marcano, quien devenga Bs. 12.500 como asistente administrativa en una empresa de San Antonio de Los Altos.
–Mi chamo más pequeño cumplió un año hace un mes y sinceramente ante la situación económica tan difícil que estamos atravesando estoy pensando seriamente no comprarle juguetes porque él ni sabe qué pasa a su alrededor. Prefiero invertir en ropita, así como cosas que necesito para la casa como pintura y ya un potecito pequeño está en Bs. 9.000. La economía nos está comiendo a todos por igual.
Otras más tradicionales optan por buscar opciones más económicas. “He acostumbrado a mi hija a conformarse con lo que le doy y generalmente son juegos didácticos. Ella ama los rompecabezas, así que ya le compré el que será su niño Jesús. Me costó 1.700 bolívares, nada barato”, afirmó Paola Aguirre, vecina de El Trigo.
Juguetes en la mira
Los estrenos están lejos de ser el único dolor de cabeza de quienes tienen chamos. El infaltable niño Jesús se ha convertido en una de las más caras tradiciones decembrinas a cubrir en los hogares venezolanos.
“Desde que en 2013 realizaron las fulanas fiscalizaciones lo que hicieron fue terminar de dañar al país. Remataron todos los juguetes a precio de gallina flaca y ahora no hay nada que comprarle a los chamos, ni caro ni barato. Lo poco que queda está a precios incomprables”, se quejó Jorge Malavé, quien vio la bicicleta que su chamo le pidió en Bs. 72 mil bolívares en un centro comercial en Caracas.
–Si en tres listas de útiles escolares se me fueron 60 mil bolívares y todavía me falta cosas por cubrir, yo me pregunto cómo iré a hacer en diciembre para vestir a mis tres chamos, comprar los obsequios y que de paso me quede para hacer las hallacas, aunque sea para las cenas del 24 y 31 de diciembre.
Hallacas fuera del radar
Mientras unos se atormentan pensando en ropa y juguetes, los más prácticos sufren por la preparación del plato tradicional de fin de año: las hallacas. “Este año irán a estar bien escuálidas porque si a uno no le da para comprar la charcutería para rellenar una arepa, yo quiero saber cómo se pueden costear todos los ingredientes que lleva este plato”, se quejó Inés Guevara, residente de El Nacional.
–Gracias a Dios en mi casa no hay niños, somos puros adultos y aunque a todo el mundo le gusta darse un lujito y comprarse aunque sea la pantaletica amarilla para atraer la prosperidad de cara a un año nuevo, uno se aguanta por la situación país; sería bien deprimente que ni las hallacas se puedan preparar en casa.
Otras personas consultadas que se denominan “anticola” se niegan a pasar el último trimestre del año formándose para buscar aceitunas, alcaparras, pasas, carne, pollo, cebolla y un largo etcétera, por lo que optarán por comprarlas en la calle.
Tal es el caso de Orlando Mijares, quien tras perder a su madre, principal promotora de la elaboración de hallacas en familia, confiesa que comprará el plato en la calle. “El año pasado el plato navideño rondaba los Bs. 500, me imagino que este no bajará de mil, así que haré dieta y comeré solo el 24 y 31, así como en la reunión que hacen en la oficina. Ni que gane la oposición el 6D se vislumbra una Navidad feliz”.
Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl