El Jarillo: Gastronomía alemana en territorio mirandino

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El Jarillo: gastronomía alemana en territorio mirandino

El estado Miranda cuenta con una diversidad de paisajes, climas y estilos de vida. Quizá sea un estado bendecido en cuanto a lo que a variedad se refiere; por un lado tenemos los municipios que conforman el área metropolitana de Caracas: Sucre, Chacao, Baruta y El Hatillo. Le siguen las llamadas “ciudades dormitorio” prácticamente adheridas a la capital, como los Altos Mirandinos y el eje Guarenas- Guatire. En las costas mirandinas encontraremos todo el sabor de algunos de las mejores cepas de cacao del mundo, mientras que en el Tuy converge lo rural con un desarrollo urbanístico que lentamente penetra la zona.

¿Venezolanos de pura cepa?

Según estudios del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) la mayoría de los venezolanos son tan mezclados como la hallaca navideña o el cruzao criollo.

En nuestros altos mirandinos se acentúa la descendencia europea, algunos vienen desde la época de la colonia y luego se suman los inmigrantes que llegaron huyendo de la guerra. En San Antonio y San Diego abundan los descendientes de portugueses, italianos y españoles; mientras que en la zona del Jarillo – por su cercanía a la Colonia Tovar- prevalecen los nietos de alemanes.

El mismo estudio del IVIC refiere la amplia identificación de genes africanos en las costas de Miranda, muy específicamente en poblaciones como Birongo y Rio Chico.

De esta sectorización por afiliación genética también conlleva a un arraigo cultural por zonas. Es así como en Barlovento encontramos el cultivo de frutos como el cacao – al que se le toca y baila tambor – mientras en el Jarillo se hornean delicias alemanas como el pan prote…

Bajo este estudio, hecho por un reconocido organismo (hoy adscrito al Ministerio de Ciencia) no es más que populismo y propaganda política, intentar que el venezolano discrimine al extranjero o “cruzado” , porque el venezolano de pura cepa realmente no existe, si tomamos en cuenta que nuestros aborígenes vienen de tribus asiáticas, más exactamente de nómadas mongoles…

El Jarillo: gastronomía alemana en territorio mirandino

¡Llegaron los alemanes!

En 1840 durante el mandato de José Antonio Páez se elaboró un proyecto de fundación de pueblos en territorios baldíos, en los que se explotaría la agricultura y se facilitaría la migración de europeos.

Tras exploraciones y gestiones del coronel Agustín Codazzi llegan a Venezuela un contingente de familias alemanas para asentarse en el valle donde nace el Río Tuy. EL territorio, que hoy ostenta la Colonia Tovar, sirvió de terreno agrícola y de desarrollo para familias provenientes del sureste Alemán.

Los colonieros y sus descendientes fueron creciendo, quedándose corto el espacio de la Colonia en el estado Aragua, por lo que fueron expandiéndose hacia territorio mirandino. Fue para mediados de 1851 tras la llegada del segundo lote de migrantes alemanes a Venezuela, cuando algunas familias deciden radicarse en las tierras del estado Miranda.

Estos fundadores de El Jarillo habitaban un lugar conocido para entonces como “La Casa de Tejas” en cuyos jardines comenzaron los primeros cultivos de duraznos; fruto que hoy es ícono de la gastronomía jarillera.

El Jarillo: gastronomía alemana en territorio mirandino

Gastronomía local

Con los alemanes llegó una nueva cultura culinaria a Venezuela, caracterizada por los tradicionales embutidos y deliciosos postres.

En el jarillo es común encontrar los típicos pasteles alemanes, llamados “Strudel” que generalmente se rellenan con manzanas (Apfelstrudel). Aunque por los cultivos locales es frecuente encontrar también Strudels o tartaletas con fresas y duraznos, cubiertos con crema.

En los pequeños restaurantes también se hornea el Gugelhupf una biscocho elaborado en un molde especial, bastante común en Austria y el sur de Alemania.

Pero sin duda lo que caracteriza a colonieros y jarilleros es el reconocido pan “Prote”, una receta horneada alemana que se popularizó desde la instalación de la panadería GUTH en La Colonia Tovar en 1962.

El prote pudiese compararse un poco con el conocido pan “campesino” sin embargo su diferencial se centra en la receta alemana que utiliza grasa de manteca de cerdo. El producto final horneado se caracteriza por una masa esponjosa de costra dura, en forma circular y abombada, donde cada unidad pesa aproximadamente unos 900 gramos. No hay quien resista la tentación se pasar por El Jarillo y no abastecerse con uno de estos suculentos panecillos.

¡Sin Parapentes no hay turismo!

Hasta hace 20 años El Jarillo era un pueblo de paso, por ser el cruce entre Caracas y los altos Mirandinos para conectar con la Colonia Tovar. Desde hace 2 décadas la localidad cuenta con un nuevo atractivo: el vuelo de parapentes.

Son muchos los visitantes que llegan a surcar los cielos mirandinos, o simplemente a observar el vuelo de los parapentistas, quienes semana tras semana arrancan su marcha desde un terreno conocido como “El Despegadero”. La actividad que da vida a la zona, y atrae comensales a la gastronomía local, pudiese estar en peligro desde que apareció una supuesta propietaria del terreno quien, según denuncias, tiene intenciones de construir justamente en esa zona.

Esperamos desde esta tribuna que el proyecto no se concrete y los parapentistas sigan siendo un atractivo que jale turismo para la ya bastante golpeada comunidad del Jarillo.

Gabriel Balbás / Mochilero Gourmet

 

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