El ejemplo de Francisco

Cuando las circunstancias se hacen cada vez más desesperantes para millones de personas en el mundo, por la pobreza, el hambre y la guerra, surge una esperanza de fe llamada Papa Francisco. Este hombre sencillo y humilde ha logrado renovar la fe en Dios y la Iglesia, además de tender puentes entre quienes durante décadas fueron enemigos irreconciliables, como es el caso de Estados Unidos y Cuba. Su vocación de servir a las causas más nobles de la humanidad nos inspira.
En el caso de Venezuela, estamos en una encrucijada histórica donde lamentablemente priva la desesperanza, a pesar de que nos mantengamos alegres porque simplemente así somos. El trabajo es revertir esta tendencia y, como nos enseña el Papa Francisco, llenarnos de fe y esperanza en que las cosas van a cambiar, al tiempo que ejercemos las acciones necesarias para que se den esas transformaciones.
Es imposible hablar de cambio en estos momentos sin mencionar la trascendencia para el futuro de la nación que tienen las elecciones del 6 de diciembre. Ese día debe triunfar la opción que representa el inicio de un proceso de reformas que darán un nuevo aire a la situación nacional, lo que no significa la solución inmediata de todos los problemas.
 
Recuerden que son 17 años de destrucción del país en todas sus áreas, desde lo económico, hasta lo social, y muy profundamente en lo ético. Hoy no solo luchamos por recuperar la producción, generar empleo, y reanimar el poder adquisitivo, sino que nos enfrentamos a vicios, antipolítica, clientelismo, malandrería política, y corrupción sin precedentes en nuestro país y me atrevería a decir que en Latinoamérica.
El nuevo país que Venezuela quiere, es posible construirlo entre todos. La reconciliación nacional es requisito indispensable para que superemos la crisis. Los nuevos diputados están encargados de cambiar incluso el estilo de sesionar, bajándole dos a la discusión de diferencias estériles, al insulto, y a la descalificación. Ese show de peleadera se refleja en la familia, entre amigos, entre venezolanos. Encontrar los puntos comunes es el camino.
Libertad de los presos políticos.- Desde el Papa Francisco, pasando por el presidente de Colombia Juan Manuel Santos, y hasta el primer mandatario estadounidense Barack Obama, sin olvidar a famosos actores, actrices y cantantes internacionales, han sugerido, a veces en tono de exigencia, a Maduro que libere  a los 83 presos políticos que mantiene en sus mazmorras. Recientemente leía el libro “Testimonios de la represión” del periodista altomirandino Carlos Javier Arencibia, y de verdad que es indignante todo lo vivido por los compañeros presos por pensar distinto. Tanta tortura; tantos tratos crueles, inhumanos y degradantes; tanta violación a los derechos humanos y fundamentales, merecen nuestro esfuerzo y solidaridad para que haya justicia y sean liberados. Esta es una batalla permanente, que no cesa, y que tendrá como punta de lanza la Ley de Amnistía que los diputados demócratas están obligados a establecer para que de una vez por todas se acabe la  pesadilla que viven esas personas inocentes.

Corticas.- En Reino Unido prohibieron fumar en vehículos donde haya niños, lo que me parece sumamente acertado.- La crisis fronteriza se agudiza, Guyana señala al Gobierno venezolano de “expansionista” y de haber “apelado a la agresión”.- Arranca la Liga Venezolana de Beisbol Profesional con muchas bajas para Caracas, Magallanes y La Guaira debido a las listas de fatiga extrema que envía MLB, por lo que arrancarán con muchos novatos y veteranos en los estertores de sus carreras.- Aumentaron en 33.750% impuestos a farmacias, informó Fefarven.- Se profundizan los problemas de agua y servicio eléctrico en los Altos Mirandinos, solo esta semana protestaron en Los Alpes, Simón Bolívar, y El Barbecho.- La candidata de la Unidad por el Circuito 1 (Guaicaipuro-Carrizal-Los Salias) a la Asamblea Nacional, Delsa Solórzano, continúa recorriendo las comunidades altomirandinas y recibiendo el abrazo, la esperanza y el cariño masivo del pueblo.

Clara Mirabal / diputada Clem

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