Nuevo sueldo mínimo sigue siendo insuficiente para cubrir la canasta

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Entre el salario base y el bono de alimentación, el ingreso mensual de los criollos rondará los 16 mil 398 bolívares, número que no se ajusta con lo que se debe gastar cada 30 días en los supermercados para una familia promedio de cinco personas

Vertiginosos. Así son los “picos” de los índices inflacionarios registrados a lo largo del 2015 y que llevaron a cotizarse en el mes de agosto en 78 mil 611 bolívares la canasta básica familiar, la cual incluye gastos fijos al mes en comida, artículo de higiene personal, limpieza del hogar, educación, ropa, calzado y vivienda.

 

Pese a que diversas medidas gubernamentales han sido aplicadas para combatir los altos precios, entre ellas las fiscalizaciones efectuadas durante el último trimestre del año 2013, la realidad es que nada ha detenido los incrementos de todos los productos, haciendo que el salario mínimo se disuelva como sal en agua.

 

La situación, conocida por el Ejecutivo, llevó a anunciar este jueves 15 de octubre un nuevo aumento salarial de 30 % que lleva el sueldo base de Bs. 7.421,11 a Bs. 9.648,16 a partir del primero de noviembre, cuando además entrará en vigencia la nueva tarifa de los cestatickets, últimos que registraron un incremento de 137 % tras ser calculados en función a 1.5 Unidades Tributarias (UT).

 

El anuncio, que sorprendió a más de uno que está acostumbrado a que los aumentos se den sólo el Día del Trabajador, es visto con suspicacia por más de una persona, que considera que “más que una solución es una artimaña pre electoral para comprar conciencias y nuevamente obtener la victoria para seguir sumiéndonos en la pobreza”, opinó Antonio García, vecino de Los Teques.

 

–Estemos claros: nadie se va a quejar porque le paguen más por hacer exactamente el mismo trabajo, pero de nada vale que aumenten así sea diez veces al año si no controlan al monstruo de la inflación. Este aumento lejos de traer bienestar lo que va a generar es una ola de aumentos en los servicios, tal y como sucede el primero de mayo tras dar a conocer las cuatro pullas que van a subir. Lo que tienen que hacer es reactivar el aparato productivo, lo que pasará porque hagan alianzas con la empresa privada y liberen el control cambiario que tanto daño nos ha hecho.

 

Inflación en 220 %

 

Pese a que el presidente de la República, Nicolás Maduro, fue enfático en señalar que la medida buscar frenar la denominada “guerra económica” y “proteger la alimentación de la familia venezolana”, el director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación de Maestros (Cendas), Oscar Meza, proyecta que la inflación cerrará el año en 220 %.

 

La visión es compartida por los altomirandinos que lidian con nuevos precios cada semana. “Hace un par de meses fui a comprar un colchón y me dijeron que costaba Bs. 43 mil; cuando fui a la semana siguiente a adquirirlo ya costaba nueve mil bolívares más, y la respuesta es que ya se habían vendido todos los de precio viejo en un fin de semana, como si de un producto de consumo masivo estuviéramos hablando. En medio de la rabia por el abuso, decidí completar pagando con mi tarjeta de crédito. Tal día como hoy agradezco habérmelo comprado porque lo vi esta semana y ya cuesta Bs. 104 mil”, relató Sofía Gómez, residente de El Encanto.

 

 

–Antes uno sabía que, por ejemplo, en diciembre los precios de la ropa, zapatos y juguetes aumentaban un poco porque se disparaba su demanda por las festividades; sin embargo, también sabíamos que en enero, la época de las vacas flacas, nos toparíamos con ofertas, remates y gangas en las tiendas, pero ahora la realidad es que nada baja, todo sube y de manera exorbitante, llevando a todo el mundo a bailar pegado al ritmo de la inflación que pareciera ser imbatible.

 

El acelerado incremento en el costo de artículos de diversa índole, así como servicios, ha llevado a los venezolanos a reajustar sus hábitos, tal como lo comentó “Pancho” Rodríguez, quien detalló que desde hace un par de meses en su casa no saben qué es comer chuletas, atún enlatado y carne.

 

–En materia de comida degustamos lo poco que encontramos a precio regulado, porque si me pongo a comprarle a revendedores menos me rinde la plata; y si entramos en otros cambios drásticos, lo más dramático que hemos tenido que hacer es recortar las salidas de los fines de semana: antes salíamos los cuatro del mes, ahora si acaso uno y limitados.

 

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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