El cáncer de piel debe prevenirse desde temprana edad

Una pequeña pápula o picadita que con los días se convierte en una herida que no cicatriza con el tiempo y está localizada en zonas del cuerpo expuestas al sol, puede ser un síntoma de cáncer de piel, conocido como carcinoma Baso Celular.
El cáncer de piel también se manifiesta como áreas de asperezas que llegan a ulcerarse, llamadas queratosis acnítica (carcinoma Espino Celular) y el conocido melanoma, que tiene antecedentes de quemaduras solares de primer grado en una o más oportunidades y se observa con lunares que cambian de tamaño y aspecto.
El cáncer de piel es el tumor maligno más frecuente en los seres humanos y en líneas generales, es el resultado de la exposición crónica de la piel a la radiación ultravioleta solar, asociado a factores ambientales y de susceptibilidad familiar.
El 90% de las radiaciones solares que recibe la piel ocurre en los primeros 18 años de vida y ésta tiene un efecto de memoria, que cuando se agotan los mecanismos de reparación del daño ocasionado por la exposición sostenida y persistente al sol, hace la expresión de lesiones que van desde pecas, manchas, alteración de texturas, fotoenvejecimiento hasta la aparición de cáncer.
Por este motivo es imprescindible la foto protección desde temprana edad y hacerla un hábito diario mediante el uso de protector solar, que debe aplicarse 30 minutos antes de salir y reaplicar cada 2 horas después de nadar o sudoración intensa. Si no hay exposición al sol, debe reaplicarse cada 4 horas.

Nota de prensa

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