Vecinos de la Simón Bolívar están hartos de las escandalosas rumbas

Los trabajadores que recogen la basura se niegan rotundamente a llevarse los escombros del sitio

Las caminerías ya no son seguras para los peatones del lugar
Las caminerías ya no son seguras para los peatones del lugar

Cuando de hacer fiestas duraderas y escandalosas se trata, parece que algunos residentes de la urbanización Simón Bolívar se llevan el máximo galardón en la ciudad tequeña. Fiestas de todo tipo, de todos los colores y para todos los gustos se realizan desde tempranas horas del día viernes, hasta finalizar la jornada de celebración el domingo en la madrugada.

Esta situación ha traído problemas con muchos vecinos del sector, ya que los mismos aseguran ‘‘no poder dormir nada gracias a la música de las fiestas’’.

Según informa una moradora del lugar, quien prefirió no revelar su identidad, las fiestas se llevan a cabo dentro de los estacionamientos del conjunto residencial, razón por la cual, los cuerpos policiales no pueden desalojar a los infractores cuando se les hace el llamado.

‘‘Ellos comienzan sus rumbas desde el viernes en la noche en los estacionamientos de los edificios, en primer lugar, para resguardarse de la delincuencia desbordada que azota al sector, y por último, para no poder ser desalojados por la policía’’. De igual manera confirmó que quienes incurren en estas actividades son algunos propietarios de apartamentos en el lugar.

‘‘Los fiesteros’’, como son llamados en la comunidad, colocan la música a todo volumen en los carros e ingieren bebidas alcohólicas durante toda la jornada, así lo relató la afectada. ‘‘No solo soy yo, somos muchas personas las que queremos que se resuelva esto, es imposible vivir en calma si todos los fines de semana debes calarte una rumba hasta el amanecer’’, declaró.

La residente aseguró tajantemente que cada vez que se le hace un llamado a los funcionarios policiales, ellos se apersonan al lugar, permaneciendo a las afueras de los edificios hasta que las personas bajan el volumen y se retiran del sitio.

De igual manera, exigió a la junta de condominio que se avoque a trabajar para resolver la problemática, ya que necesitan paz y tranquilidad en la urbanización. ‘‘Este fin de semana pasado no hubo fiestas y solo se respiraba calma en el lugar. ¿Es posible que siempre podamos vivir así?’’, concluyó.

Pernoctas en el Mercal

Además de ofrecer un beneficio alimenticio a los residentes del lugar y otras personas que se apostan en las adyacencias del local comercial, el Mercal también ofrece un lado negativo.

‘’Desde el viernes en la noche, cerca de las 10:00 pm, se forma una cola de personas que aspiran comprar comida al otro día, sin embargo, eso deriva en gritos, risas y hasta peleas que perturban a quienes aquí vivimos’’, relató la lugareña.

La inseguridad no afloja

Si bien, la policía hace presencia en la zona cada vez que un vecino hace llamados, el resto del tiempo la urbanización se encuentra desolada y sin patrullaje de seguridad alguno. Los vecinos en múltiples ocasiones se han manifestado con la finalidad de exigir mas presencia y recorrido policial por las calles y demás espacios que conforman en complejo urbanístico.

‘‘Aquí se ven robos a las 5:00 am en las puertas de los edificios, en la calle o hasta en la parada. Hace como un mes, supimos de un taxista que fue atracado en la entrada de la urbanización; al señor le quitaron el carro por estar tempranito en la línea para prestar su servicio de trabajo’’, exclamó.

De la misma manera, piden que le metan la lupa al alumbrado público del sector, ya que muchos lugares se quedan a oscuras luego de las 6:00 pm y esto se presta para la propagación de los actos delictivos.

‘‘Por lo menos, si quieres pasar por la caminerías que conecta la urbanización con el puente de La Línea, vas a todo riesgo, ya que los atracos allí son cada vez más frecuentes. La gente de aquí se recoge temprano porque en la noche es un peligro estar solo.’’, describió la fémina.

La basura

Recientemente el servicio de recolección de desechos sólidos en el lugar es ‘‘bueno’’, según calificaron otros habitantes, no obstante, hace meses se acumulaban montañas de desperdicios.

Sin embargo, desde hace días hay un montón de escombros por los cuales nadie quiere hacerse cargo. Casualmente el camión recolector estaba cumpliendo sus labores en el lugar , motivo por el cual, el chofer se pronunció en torno a esta irregularidad. ‘‘Nosotros no vamos a llevarnos esos escombros porque lo único que vamos a lograr es dañar el camión. Que la comunidad se organice y contraten a alguien que cargue con eso’’, dijo.

 

Frederick Ortiz

Fortiz@diariolaregion.net / @FredoCorleone_

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