Costumbres navideñas están en “pico e´ zamuro”

Hallaca
Este año pocas personas engordarán durante el último mes del año “porque el pernil no se encuentra, y con lo caro que está todo, se comerá hallaca sólo en la cena del 24 y 31”, opinó una ama de casa consultada

El consumismo exacerbado que suele dar la bienvenida y acompañar hasta el final la temporada navideña parece cosa del pasado, pues los altos costos de los ingredientes para elaborar las hallacas, la escasez de pernil, los elevados precios de la ropa, sin hablar de los numeritos que presentan las jugueterías, hacen que las tradiciones vayan perdiendo fuerza año tras año.

Esta situación es sentida tanto por los compradores, que se quejan de los bajos salarios que apenas les alcanza para cubrir la canasta básica familiar; como por los comerciantes, quienes se alertan al ver la merma en las ganancias.

Así lo comenta Luisiana Ojeda, trabajadora informal de las minitiendas de La Hoyada, en la capital mirandina, quien refirió que “el año pasado la venta estuvo muy floja, tendencia parece persistir en el 2015, cuando más de uno dedica los aguinaldos para equipar la despensa con comida (…) Cada vez que hay elecciones en diciembre la gente está atenta ante cualquier eventualidad y deja en un segundo plano el tema de los estrenos”.

-Ya muchos empleados públicos cobraron los aguinaldos pero pocos están llevándose objetos para diciembre, lo sé porque tengo compañeros que trabajan con la venta de artículos de la temporada, tales como arbolitos, luces, adornos y cojines y dicen que la gente ni siquiera se está asomando para preguntar las ofertas; cuando antes desde septiembre había movimiento en las ventas.

Por su parte, consumidores como Elena Morales, vecina del conjunto residencial Lagunetica, Los Teques, expresan su preocupación para cubrir los gastos decembrinos. “Hace poco estaba leyendo que Venezuela figura entre los países con mayor inflación, pero no hay que ser economista para saberlo, pues con tan sólo ir a hacer mercado uno se da cuenta como cada mes todo aumenta de manera alarmante sin que el Gobierno haga nada por frenar esta situación”.

-Por ahora sólo somos mi esposo y yo, y nada más mi sueldo base (mínimo) se va en un mercado semanal; mientras que mi esposo, quien gana más que yo, se encarga de pagar el apartamento y los servicios (…) Hasta hace unos cinco años uno utilizaba los aguinaldos para cambiar de carro o remodelar el apartamento, ahora apenas me alcanzó para comprar una batería de vehículo en el mercado negro.

Como este testimonio, son muchos los que se preguntan cómo estirar el presupuesto para afrontar los gastos que suelen tener lugar en diciembre, sobretodo en aquellas familias donde hay niños, a quienes se les acostumbra comprar los “estrenos” y los juguetes que le piden al Niño Jesús, generalmente de precios elevados, pues están vinculados a la tecnología (teléfonos, computadoras portátiles y agendas electrónicas).

Comprando menos

Reconocidos economistas hablan del impacto de la inflación en la población venezolana, cuya capacidad de compra va en franco deterioro. Uno de los sectores que más sufre los embates de esta situación es el alimenticio, por lo que nadie se salva de las consecuencias, que incluyen la mala nutrición de grandes y pequeños, pues hasta comer sano se ha convertido en un lujo.

“El lunes me comí mi primera hallaca en la calle. Recuerdo que en el 2010 la pagué en Bs. 20 y en el 2011 me alarmé cuando la pagué en Bs. 25; pues resulta que en un mercadito en Carrizal me la vendieron en Bs. 500. Todavía no he podido elaborar el plato en mi casa porque no he encontrado todos los ingredientes. Espero ir el domingo al mercadito de la avenida Francisco de Miranda para ahorrarme unos realitos; pero si está muy caro, tendré que reducir a la mitad su elaboración. Eso sin contar lo que hace falta para preparar la ensalada de gallina y el pan de jamón que también están carísimos, pues el último no se encuentra por menos de 2.500 bolívares fuertes”, expresó Roraima Fernández, habitante de El Paso.

En cuanto a vestido y calzado, se registró un aumento en las prendas de vestir para niños y caballeros; sin descartar que un nuevo incremento tenga lugar en diciembre, sobretodo cercano a las festividades, cuando la demanda suele dispararse; situación que es aprovechada por los vendedores para aumentar las ganancias.

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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