El dolor que embarga a la familia de Génesis Verderrama es evidente, aunque intentan ser fuertes, solo al repetir el nombre de la adolescente se les quiebra la voz.
Esta situación se pudo evidenciar la mañana de este martes, en predios de la medicatura forense de Los Teques, donde aguardaban por el cuerpo de la menor, a quien aun no le realizaban la autopsia correspondiente para cumplir con la entrega.
“Ella siempre fue una niña alegre, era la alegría de la casa, estaba pendiente de mi, de que me portara bien y eso se lo agradeceré siempre”, comentó José Verderrama, padre de la infortunada joven, quien con el dolor en el rostro, tragó grueso y no dudó en contarle al equipo reporteril del diario La Región, quien era su hija.
-Ella acababa de comenzar el primer año del bachillerato, insistió en inscribirse porque siempre decía que ella llegaría alto, tiene siete hermanos y para todos siempre fue un ejemplo-, destacó el padre.
Con la voz a punto de quebrarse, el señor José solo pudo pronunciar la petición de justicia para las autoridades policiales. “Confió en que la policía haga su trabajo y atrapen a quien le hizo esto a mi niña, pido que se haga justicia y que pague quien tenga que pagar”.
Habían pasado dos días desde el hallazgo del cuerpo en el sector Vuelta Larga de La Matica y aun los deudos seguían esperando por un patologo para la realización de los exámenes de rigor.
Se pudo conocer que la joven estudiaba primer año en el liceo Francisco de Miranda en la capital mirandina, residía en el sector Colinas de El Paso con su madre y era una niña de 16 años de edad, como cualquier otra, con sueños y ganas de salir adelante. YC
Yhanny Casares
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