Mientras hay planteles que se encuentran en pleno proceso de reestructuración y remodelación por la época decembrina, hay otros como la UEN Andrés Bello del municipio Carrizal, que día a día va en un deterioro continuo debido al poco mantenimiento que se le ha hecho a las instalaciones.
La unidad educativa presenta una estructura de importante envergadura, ya que cuenta con varios edificios y múltiples niveles; sin embargo, parece que el hecho de tener tanto espacio limita el poder de inversión para las innumerables problemáticas que azotan tanto a estudiantes como a directivos, docentes y personal obrero.
Recientemente la institución cumplió 40 años de historia con motivo del natalicio del ilustre personaje de la historia venezolana, Andrés Bello; no obstante, los días festivos solo quedaron en celebración y poco más, ya que el importante tema de comenzar con un plan de trabajo para recuperar las instalaciones quedó en el olvido.
Según indicó su director, Jaime Liendo, ‘‘en la escuela contamos con muchas carencias que en ocasiones impiden prestar un servicio óptimo a los 623 estudiantes’’. Claro ejemplo de ello son las fallas de iluminación a la hora de ver clases, los problemas con el agua en toda la institución y el inconveniente de la cancha.
‘‘Con el agua estamos teniendo problemas en todas las zonas de la escuela porque la tubería está en mal estado’’, relató Liendo mientras enseñaba al equipo reporteril del diario la Región cómo los baños se encuentran copados de escombros, en un intento de subsanar la problemática.
‘‘La tubería está repleta de sedimentos y por eso el agua no fluye como debería. En vista de esto es sumamente difícil contar con el suministro en las áreas de la escuela, cosa que dificulta la labor educativa’’, finalizó.
El director destacó que de igual forma ‘‘se necesita una gran inversión para recuperar la totalidad de espacios deteriorados que el plantel tiene’’, especificando que en años anteriores se ha evaluado la opción de pedir una colaboración a padres y representantes para comenzar las obras de reparación bajo autogestión.
Por último y aunque no menos importante, se encuentra una clara deficiencia en la pintura de interiores y exteriores, trabajos que de igual forma entran en el presupuesto millonario requerido por la escuela para ser embellecida de forma radical.
La cancha es un potrero
Contrario a todo lo que un estudiante y atleta en formación desea, la cancha del centro educativo se encuentra en condiciones tan precarias que la práctica de determinadas disciplinas deportivas se ha visto reducida solo a ejercicios sencillos.
Cuando el director Liendo mostraba las instalaciones del área deportiva, se pudo constatar que las condiciones no son las mejores. El piso está totalmente agrietado e incluso presenta una gran cantidad de huecos que atentan contra la integridad física de los menores de edad que allí se desenvuelven durante la clase de educación física.
‘‘Esta cancha cuenta con un sobrepiso que se encuentra en sus últimos días; así es imposible que estos niños practiquen deportes. Nuestra intención es terminar de romperla y dejar la capa inferior de suelo, pues esa está intacta’’, replicó.
No obstante, ese no es el único dolor de cabeza porque el cercado de la zona no llega hasta el techo y por allí se han perdido una gran cantidad de balones. Liendo, de igual forma dictaminó que los implementos deportivos destinados a la clase de educación física ‘‘se encuentran en perfectas condiciones’’.
El deterioro ha llegado a tal extremo que produjo ‘‘la suspensión de los juegos intercurso’’ que año a año formaban parte de una tradición para la escuela.
‘‘Con la inversión adecuada y la colaboración de todos es posible la recuperación de los espacios de nuestra institución’’, culminó.gf
Frederick Ortiz
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