Diciembre llegó y desde el saco de regalos saltaron las tradiciones navideñas que anualmente se ponen de manifiesto en el pueblo de Guaicaipuro; esta vez, y dando prosecución a lo hecho durante 36 incansables ediciones, los Bomberos de Miranda realizaron una nueva bendición del pesebre, conjuntamente con la puesta en escena del ansiado bazar navideño.
La época de gaitas, aguinaldos y parrandas no podía pasar desapercibida en el territorio tequeño, razón por la cual, la sede de los Bomberos de Miranda se vistió de gala para recibir al curioso público que se dio cita al magno evento, donde pudieron disfrutar de una vendimia, la presentación de grupos musicales, show de luces, bendición del pesebre y el paseo de San Nicolás a bordo de las unidades bomberiles.
Según explicó el Mayor Johnny Díaz, ‘‘esta actividad data de hace muchísimo tiempo, sin embargo, su magnificación se ha puesto en práctica desde hace 2 años, ya que los actos del pesebre, el bazar, el paseo de Santa y el show de luces se realizaba en fechas distintas años atrás’’.
Es por esto que el cuidado mínimo en todos los aspectos para la realización del evento fue tarea ardua lograda por todos los integrantes de los apagafuegos; logística, seguridad, planificación, orden y puesta en escena son motivo de orgullo en el seno de los uniformados.
‘‘Hemos mantenido una tradición por 36 años, la cual comprende la bendición del pesebre en nuestra sede’’, comentó el Comandante Javier Mendoza, quien aseguró que a través de todo el tiempo transcurrido, los vecinos de comunidades aledañas se han dado cita para presenciar los hermosos actos.
De igual forma, Mendoza resaltó que el bazar navideño que se dispuso para los 1000 asistentes, tiene menos tiempo formando parte de la planificación decembrina de los bomberos, sin embargo, ha comenzado a adquirir una importancia similar a la presentación del nacimiento.
Gastronomía de la buena
A través de la actividad navideña, los presentes deleitaron su paladar con distintos manjares típicos de la época, puestos a la venta por incansables vendedores que se desbordaron en esfuerzo y esmero para ofrecerles la mejor atención posible.
Platos navideños compuestos por hallacas o bollitos, acompañando a la deliciosa ensalada de gallina, el pan de jamón y una bebida, fueron comercializados desde 250 a 600 bolívares. De igual forma, el pan de jamón se vendió tanto como un producto regulado, ya que los compradores consideraron que 1500 bolívares era ‘‘un precio accesible’’ para su adquisición. Por su parte, los populares perros calientes fueron expendidos en Bs 150,
La dulcería no se hizo de rogar, y a lo largo de la mayoría de los puestos se observó como los clientes desembolsillaban billete sobre billete para comprarse el respectivo postrecito.
Carlina Meza, quien se encontraba vendiendo por primera vez en el bazar, puso a disposición envases con chocolate, leche condensada y ponche crema en 100, 500 y 150 bolívares respectivamente. Así mismo, helados, canoles y golfeados, formaron parte del abanico de opciones.
Puro show
‘‘Barriguita llena, corazón contento’’, reza el refranero popular, sin embargo, las atracciones principales estuvieron enfocadas hacia la presentación de agrupaciones musicales y otras sorpresas preparadas para los presentes.
‘‘Grupos de gaita, samba, tambores, más el recorrido de San Nicolás por la calles de Los Teques, fueron la nota máxima del día, sin olvidarnos de la bendición del pesebre a cargo del padre Henri Benito Tapia’’, contó Mendoza. De igual forma, el show de luces iluminó el firmamento guaicaipureño para el deleite de todos.
Integración, familia y tradiciones
El Mayor Díaz, a pesar de encontrarse rodeado de un entorno meramente festivo y de celebración, puntualizó que la intención de la jornada radica en unir a la familia por intermedio de este tipo de actividades.
‘‘Con esto buscamos reafirmar la integración familiar, mantener el espíritu navideño y rescatar las tradiciones que con el transcurso de los años se han ido perdiendo’’, concluyó.
Frederick Ortiz
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