El ejercicio beneficia a la mujer durante el embarazo

Durante el embarazo, el cuerpo experimenta cambios de todo tipo: cardiovasculares, respiratorios, endócrinos y metabólicos. Por eso es necesario que se vaya adaptando poco a poco a todas esas nuevas sensaciones. La actividad física controlada, es ideal para que la mujer pueda disfrutar esta etapa con la menor cantidad de complicaciones durante los nueve meses de gestación y además, llegue en óptimas condiciones al parto.
De acuerdo con el ginecólogo y obstetra, Fernando Salazar, no existen riesgos para realizar ejercicios en pacientes embarazadas sanas durante esta etapa. Acotó, que según el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (ACOG), la actividad física le está contraindicada a las mujeres que presentan riesgo obstétrico, hipertensión severa, preeclamsia, placenta previa, retraso del crecimiento intrauterino, trastornos hipotiroideos, entre otras condiciones.
“Entre los ejercicios recomendados se encuentran: brazos cuyas repeticiones deben hacerse con poco peso, teniendo cuidado con los abdominales ya que puede ocasionar hipertensión y mareo. Pueden hacer yoga, ciclismo, natación, bailoterapia o pilates, los cuales ayudarán a mantener el peso ideal, adecuar el cuerpo para el parto, inhibir los dolores dorso-lumbares, reducir el insomnio, mayor bienestar físico, menos fatiga y mejorar el estado de ánimo”, destacó el especialista.
Según la pauta de la Asociación Mundial de Medicina del Deporte para la mujer embaraza establece que durante esta etapa quienes realicen actividades físicas deberán controlar su frecuencia cardíaca según la edad: hasta los 20 años, pueden tener una frecuencia cardíaca entre 140 y 155 latidos por minuto; de 20 a 29 años, la frecuencia máxima debe ser entre 135 y 150; de 30 a 39 años, entre 130 y 145; y las mayores de 40 años una frecuencia no mayor de 125 a 140.

Trabajo conjunto
Douglas Palacios, instructor y entrenador en Gold’s Gym, recomienda que las mujeres en estado eviten los ejercicios de alto impacto y los movimientos bruscos del torso o cadera, como brincar. Las actividades que realicen se deben hacer sin llegar al agotamiento, manteniendo la respiración pausada, con la idea de que disfruten del ejercicio. A quienes no están acostumbradas a la actividad física, se les recomienda caminar, hacer yoga, pilates y rutinas de relajación.
“La rutina ideal para las pacientes que están acostumbradas a ejercitarse, entre el primero y tercer trimestre de embarazo, es hasta tres veces por semana; en el segundo trimestre hasta cinco veces en el mismo período. Siempre que tenga la recomendación de su médico y el buen asesoramiento de personal capacitado para orientarlas en cuanto a las posiciones, peso y posturas correctas para realizar las sesiones de entrenamiento”, destacó Palacios.

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