Gastos de producción de harina de maíz precocida aumentaron 250 % en un año

Harina Pan
Piden revisión de costos del producto que es un plato básico cada día en las mesas de los venezolanos. Consultados coinciden en señalar que lo que necesitan es que garanticen la presencia del artículo en los mercados

“De un kilo de harina salen alrededor de 20 arepas; cada una sale a menos de 1 bolívar y como todos sabemos, una arepa sin relleno en un establecimiento cuesta alrededor de 35 bolívares, lo que se traduce a kilo y medio de harina; con ese precio de 19 bolívares es una distorsión muy grande porque nada está contemplando en ese costo”.

 

La explicación la ofreció el presidente de Venmaíz, José Anzola, en Unión Radio a propósito de visibilizar por qué es necesaria la revisión de los costos de producción que en un año se han incrementado en 250 %, así como de la materia prima que no ha escapado a los estragos inflacionarios.

 

“Desde septiembre de 2014 la materia prima aumentó 582 % y el precio del producto terminando solo 53 %, sin contar los aumentos de fabricación, empaques y fletes (…) No solo el aumento del maíz que es de 582 % sino el de todos los gastos que están por encima del 250 % de manera acumulada en los últimos 12 meses”, dijo en el espacio radiofónico.

 

La situación ha sido debatida las últimas semanas y generado reacciones entre los compradores altomirandinos: más allá de las diferencias que puedan existir entre los compradores, en lo que sí coinciden es que garanticen la presencia del producto en los anaqueles de los mercados venezolanos y erradiquen las largas colas que hay que protagonizar para acceder a éste.

 

“Me parece totalmente legítima la petición y además razonable porque hace un par de semanas a mi esposo le vendieron un kilo de harina PAN en una bodega en Guaremal en Bs. 100 y cuando fui a preparar las arepas me topé con que tenía telarañas y gusanos; me imagino que la tenían acaparada desde hace un buen tiempo y la están vendiendo vencida”, se quejó Carolina Araujo.

 

–Si la estabilizan a un precio razonable, como es 65 bolívares, dejarán el bachaqueo porque volverán los niveles de producción y cuando todos veamos los estantes de los mercados llenos dejaremos la desesperación por estar comprando el producto todos los días, que es lo que viene pasando últimamente: vivimos comprando diariamente porque nadie garantiza cuándo repondrán el producto ni a qué precio llegará.

 

Quienes no comparten el aumento alegan que solo traerá más inflación. “Todos los días todo sube de precio de forma desproporcionada y no se erradica la guachafita que venimos arrastrando desde hace dos años; no hay sueldo mínimo que aguante esta situación”, dijo Martino Gómez, residente de la calle Boyacá de Los Teques.

 

–Estamos cansados de que todo sea para el empresario y nadie piense en el pueblo. Hay que estabilizar la economía, reactivar el aparato productivo, liquidar las divisas, cancelar las deudas con los proveedores y devolver toda empresa que fue expropiada para ponerla a funcionar correctamente; es necesario tomar acciones contundentes antes de que la economía nos coma.

 

Tánganas por harina

 

Con la llegada de la temporada decembrina suele registrarse un repunte en la vente de harina para la elaboración del plato típico de la fecha: la hallaca, por lo que los conatos de alteraciones de orden público cada vez que despachan el producto en los supermercados de los Altos Mirandinos están a la orden del día.

 

“El año pasado vendían hasta 8 kilos por persona, luego cuatro y ya vamos por dos, por lo que la gente se desespera no solo por llevarse el producto sino por pagarlo a precio regulado. Evidentemente todos queremos ahorrar por todos lados y eso lleva a que la gente se ponga violenta en las colas que se forman en las afueras de los supermercados”, dijo Daniela Villanueva, residente de la urbanización Simón Bolívar.

 

–Yo soy partidaria de que aumenten incluso hasta 100 bolívares el kilo siempre y cuando garanticen la presencia en los supermercados y terminen de una vez por todas con el fulano bachaqueo, fenómeno que era exclusivo de las ciudades fronterizas del país y que se mudó a los Altos Mirandinos sin pretensión de irse en el mediano plazo.

 

Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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