La Navidad es de todos los colores

Venezuela reclama una urgente reconciliación que debe pasar por la conciliación en la esfera política. Nadie duda que la confrontación desde el Gobierno ha sido una de las causas fundamentales de la pérdida de valores y desintegración familiar que lamentablemente padecemos y es una de las causas de problemas multifactoriales como la inseguridad, el aumento de la drogadicción juvenil, o el embarazo precoz.

Que esta Navidad nos demos un abrazo de hermanos que sea el comienzo de una definitiva unidad nacional. Basta de hermanos que no se hablan, de amigos con años sin verse por pensar diferente, de hijos que evitan comunicarse con sus padres por ver las cosas de distintos ángulos, de madres que lloran la lejanía de sus muchachos, de insultos y odio proferidos por quienes ocupan cargos de alto Gobierno y deberían ser ejemplo para los ciudadanos y no lo contrario.

El lenguaje es fuerza material que une o desune desde una relación de pareja hasta a toda una nación. Esto lo digo como madre preocupada, como dirigente política, y también como comunicadora social que conoce el poder de la palabra y la palmada en el hombro a tiempo: hablemos con esas personas que dejamos ir por ser del “otro bando”, cedamos ante el orgullo negativo y pidamos disculpas sinceras por haber caído en esa situación, y convoquemos a hermanarnos más allá de los colores políticos.

Eso sí, cero rencores ni reconcomios. Hagamos como Jesucristo y perdonemos a quien nos hizo mal, pero también tengamos la fortaleza de pedir perdón a quien dañamos.

Una nueva Venezuela empieza a construirse, pero de nada valdrá el esfuerzo de un grupo de dirigentes comprometidos con esa causa si cada venezolano no pone su granito de arena. Que sea la venezolanidad quien nos una, que sea el lenguaje del amor quien nos motive, que sea la Navidad quien nos brinde el espacio para dar inicio al cambio.

Para reflexión les dejó la siguiente fabula de Lie Zi, llamada “La sospecha”:

Un hombre perdió su hacha; y sospechó del hijo de su vecino. Observó la manera de caminar del muchacho –exactamente como un ladrón. Observó la expresión del joven –idéntica a la de un ladrón. Observó su forma de hablar –igual a la de un ladrón. En fin, todos sus gestos y acciones lo denunciaban culpable de hurto.

Pero más tarde, encontró su hacha en un valle. Y después, cuando volvió a ver al hijo de su vecino, todos los gestos y acciones del muchacho le parecían muy diferentes de los de un ladrón.

Centro Terapéutico para la Vida Alfredo Sadel.- Este viernes inauguramos en Colinas de Carrizal un espacio para el tratamiento y entrenamiento físico terapéutico de nuestros vecinos que cuenta con máquinas y personal especializado. La Alcaldía de Carrizal da una muestra más de que la salud es una de nuestras principales prioridades, no solo en la parte asistencial, pues contamos con el mejor Ambulatorio de la región como es el María Isabel de Rodríguez, sino también en lo preventivo con el entrenamiento físico y por supuesto en el desarrollo de terapias postraumáticas que es lo que garantiza la recuperación plena de un paciente. En mi cuenta tuiter @ClaraMirabal pueden observar fotos de este centro que viene a innovar la atención en áreas de fisioterapia y terapia ocupacional, pues se trata del único espacio gratuito de la zona especializado en estos ámbitos.

Clara Mirabal

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