Si yo fuera Maduro

«Ya basta de tanta tontería Maduro, hasta cuándo vas a seguir creyendo que eres el salvador del universo, cuando la realidad es que eres simplemente un hombre cualquiera que ha llegado al máximo de su capacidad…»

Oscar Heck
aporrea.org
Un día, después de más de 25 años de trabajo en investigación de fraude corporativo, espionaje industrial, y otras cosas, me miré en el espejo, y me dije:
“Ya va Heck, esto ya no tiene sentido. Has llegado al final de tu trayectoria en este ámbito de actividad, ya no puedes, no puedes más, fuiste exitoso, muy exitoso, en el pasado, pero ya no, solamente haces las cosas por hacerlas, nada más, como si fuera una obligación. Ya no estás contribuyendo nada nuevo, has perdido ese toque mágico, es tiempo de dejar que otros tomen tu lugar».
Y así fue, de un día al otro dejé todo lo que estaba haciendo, y me dediqué a la matemática, al diseño de invenciones, a la escritura, y a la composición y grabación de música.
Ahora, si yo fuera Maduro, al verme en el espejo, creo que diría algo parecido a lo siguiente:
“Mira Maduro, ya va, esto no funciona. Fuiste famoso, muy famoso, y amigo de Chávez, fuiste su preferido, y conociste a mucha gente importante, viajaste por todos lados, y tú fuiste importante también. Sé que te gusta sentirte importante, pero ya va. ¿Qué más quieres? Estarás por siempre en los libros de historia, llegaste a tu destino, mírate en el espejo -mírate bien-estás cansado, y estás aplastado, por tus propios seguidores, o exseguidores, la embarraste Maduro, ya ellos no te tienen confianza, déjate de hablar paja, por favor, nadie quiere escucharte. Tú no los escuchaste a ellos, estabas demasiado ocupado perfumándote y mandando a fabricar estatuas miniaturas de ti mismo para regalar a los sifrinos (momios), mientras que el pueblo que votó por ti se jodía para conseguir un pote de leche y papel toilette. Es más, les mentiste demasiadas veces Maduro, y te descubrieron, ya nadie te cree. Ya basta de tanta tontería Maduro, hasta cuándo vas a seguir creyendo que eres el salvador del universo, cuando la realidad es que eres simplemente un hombre cualquiera que ha llegado al máximo de su capacidad. Ya conoces el principio de Peter, el cual dice: ‘En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse’.  Ya no contribuyes nada nuevo Maduro, y lo sabes, deja que vengan otros, vete a descansar un poco, escribe un libro o algo, broncea tu piel bajo el sol, o vete a pescar salmones en Canadá, déjate de soñar tonterías, nunca serás presidente del universo, ese puesto le pertenece a Dios».

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