Tortuosa ha sido la estadía de más de 120 familias que habitan en la comunidad Romerito, invasión ubicada en el sector La Culebra de San Pedro, puesto que por 7 largos años han tenido que ingeniárselas para sobrevivir sin el surtido de agua potable por vía directa de tuberías.
Edid Marcano, residente de la localidad, no dudó en apuntar hacia cada una de las problemáticas que día a día sufren, haciendo especial énfasis en los inconvenientes suscitados con el agua desde que allí instaló su lugar de residencia.
‘‘Aquí tenemos 7 años sin agua directa de tuberías, por lo cual más de uno deja el sueldo deja el sueldo entero en la compra de camiones cisterna para poder subsistir’’, afirmó, sin esconder la gran necesidad del vital liquido que en la comunidad se refleja.
La entrevistada señaló que mensualmente los gastos por la adquisición de la cisterna terminan siendo sumamente costosos; debido a ello, los vecinos deben encontrar más de una fuente de ingreso para poder sortear los obstáculos.
‘‘Por quincena yo pago Bs 4500, es decir, que a final de mes son 9 mil que salen de mi bolsillo solo para comprar la cisterna que me llena los tanques de la casa’’, dijo,
De igual manera, Marcano indicó que la cantidad de tanques de su propiedad son sumamente importantes para sobreponerse a los duros tiempos, alegando que los vecinos que no tienen ni pipotes la pasan muy mal.
‘‘En mi casa tengo 8 tanques y la sumatoria de la cantidad de agua que pueden almacenar es de 10 mil litros; en mi casa sola se va un camión entero’’, comunicó, especificando que hay otras necesidades económicas en su hogar que no pueden descuidarse.
A su vez, comentó que en repetidas ocasiones la comunidad se ha organizado para enviar cartas a la Alcaldía de Guaicaipuro con la finalidad de que se les habilite un proyecto de agua directa que ponga fin a la pesadilla que viven, sin embargo, la falta de una carta que los avale como consejo comunal registrado ha enfriado las conversaciones con el gobierno municipal.
También afirmó que desde que inició el año 2016 Corpomiranda no ha reactivado el plan que contemplaba enviar camiones cisterna gratis a la comunidad; como consecuencia de esto, la sequía ha empeorado en el sector.
‘‘Solo queremos que nos den una ayuda para resolver el problema con el agua, nada más’’, puntualizó.
Mano de obra vecinal
La vialidad de la invasión es una mezcla entre asfalto y tierra; un tramo se encuentra debidamente pavimentado, mientras que otras calles se encuentran compuestas por tierra y piedras. Tras esto, Marcano aseguró que la misma comunidad es la que ha puesto dinero de su bolsillo, además de mano de obra, para poder ir embelleciendo el lugar ante la falta de atención por parte del gobierno guaicaipureño.
‘‘Los vecinos somos los que compramos material para arreglar alguna falla o hacer algo nuevo en la comunidad; sino hiciéramos así estuviésemos viviendo en pésimas condiciones’’, confirmó.
No hay canchas
La citada localidad también tiene problemas con la inexistencia de espacios e infraestructura destinada a la realización del deporte, dejando ‘‘huérfanos’’ a los más jóvenes.
Niños, adolescentes y adultos toman las calles del sector en determinadas horas del día para jugar beisbol, no sin antes exigir que se les habilite una cancha de usos múltiples para fomentar la recreación y la practica de disciplinas deportivas en el lugar.
Transporte irregular
Por el hecho de ser una comunidad invadida y estar sumamente retirada del casco central de San Pedro de Los Altos, el servicio de transporte se torna un tanto irregular, ya que para poder abordar una camioneta hay que esperar más de media hora.
‘‘Nosotros logramos un acuerdo con los transportistas y desde hace 2 meses tenemos transporte hacia la comunidad (…) se tardan un poco porque de cada dos buses que vienen a San Pedro, solo uno sube hasta acá’’, concluyó.
Contar con una gran cantidad de tanques de agua son la solución al problema de los vecinos
01 – 02 (H) El transporte tarda en llegar al sector
01 – 03 (H) Los jóvenes juegan en la calle por la falta de canchas