Piden “meter en cintura” a los bachaqueros en Altos Mirandinos

Llegada de champú y crema dental generó mega cola en perfumería. ARCHIVO

Feria agricola
Revendedores hacen de las suyas ante la vista gorda de las autoridades

“Las normas son para los gafos”, se queja una enfadada Norma Guzmán, quien se topó la mañana de este jueves con una cola en las afueras del Centro Comercial Súper Líder que comenzaba 100 metros después de la pasarela en dirección a la capital mirandina.

 

“Nadie estaba ni siquiera seguro de qué estaban vendiendo, unos decían que carne, otros que leche; yo aprovechando que venía de llevar a la niña a la escuela me metí en la cola porque lo único seguro era que estaban vendiendo algún producto regulado y yo con tal de ahorrarme dinero soporto esta pesadilla diaria. Lo otro seguro es que más de la mitad de las personas que están aquí son revendedores y suelen llevarse más de la cuenta, dejando a varios con las manos vacías”, añadió.

 

Como la vecina de El Barbecho cada día son más las personas que se quejan del accionar de los bachaqueros en negocios de los Altos Mirandinos, donde en muchas ocasiones sin disimulo alguno salen con una maleta de papel higiénico cuando al resto le ofrecen un paquete de 4. “Los más descarados incluso se llegan hasta el final de la fila y allí mismo subastan el producto a quien dé más”, afirmó Pedro José González, residente de El Nacional.

 

–Típico que cuando están haciendo estas transacciones, ilegales a toda vista, no aparece ni un policía. En otros casos cuando llegan los guardias nacionales lo que hacen es colearse y uno ve cuando salen con la mercancía directo a la patrulla, sin importarle si la gente se está matando en plena fila.

Este tipo de hechos es el que da pie a las peleas cada vez más recurrentes en las filas, para las cuales ya un vigilante de seguridad privado no se da abasto. “Estamos hablando de que pueden congregarse hasta 500 personas, si a eso le sumamos la molestia que tienen porque están parados horas bajo el sol sin saber qué van a poder llevar a sus hogares, es una situación que solo puede ser comparada con una bomba de tiempo”, dijo un trabajador de un supermercado capitalino que solicitó el anonimato.

 

–Ante este panorama obviamente hay que solicitar apoyo a los cuerpos de seguridad y aunque su deber es mantener el orden público, típico que tras calmar los ánimos piden que se les pase algo de mercancía y si le damos a uno hay que darle al resto de la comisión, mínimo cuatro, lo que termina de enfurecer a quienes desde afuera ven el movimiento que para muchos es un equivalente a la llamada matraca.

 

Amas de casa

desesperadas

 

Los niveles de estrés de las otrora calmadas amas de casa se acrecientan por la inflación reinante en los rubros alimenticios, de higiene personal y de limpieza del hogar. “Lo que despachan a los estantes de los supermercados locales ya llega caro, pero si por desgracia hay que caer en manos de los bachaqueros la situación empeora porque cobran hasta con 500 % de sobreprecio”, reveló Patricia Hernández, vecina de San Antonio de los Altos.

 

–Cansada de llegar a pagar hasta 1.500 bolívares por un paquete de 4 rollos de papel que no alcanza los Bs. 150 decidí llevarme 4 rollos de toallín que encontré en Bs. 300 cada uno; los pico a la mitad y los coloco en el baño. Lo poco que uno cobra no alcanza para nada y si se cae en manos de los bachaqueros que venden de la manera más descarada posible, menos alcanza (…) Ya se me está acabando el jabón de baño, así que me tocará asearme con champú y ya veré con que me lavaré cuando se me acabe también.

 

Organización

y ganancia

 

Quienes revenden productos defienden su trabajo, como lo hace Leonel Cárdenas, quien utiliza uno de los 3 cuartos de su casa como depósito. “Hay que ponerle valor al trabajo de uno; bastante cola, calor y hasta riñas hay que pasar antes de poder ingresar al supermercado; ya como tengo más de un año en esto tengo mis contactos, pero debo picharles algo, así que no puedo hacer concesiones con nadie en el precio. Gracias a Dios compradores no me faltan”, confesó.

 

 Johana Rodríguez – jrodriguez@diariolaregion.net/@michelejrl

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