“El iris de la Virgen tiene forma de mapa de Venezuela”

Gonzalez
Pablo González relata los “milagros” que presenció durante restauración de reliquia

El relato de Pablo González sobre su experiencia y milagros evidenciados durante la restauración de la imagen original de la virgen Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela, cuya aparición data del año 1652 en Guanare estado Portuguesa, le han dado la vuelta al mundo.

Por mucho tiempo la Iglesia y la población católica emplearon el término reliquia para referirse al retrato que mide solo 2 centímetros de ancho x 2,5 de alto y que quedó en manos del Cacique Coromoto, pero luego de la recuperación iniciada en marzo de 2009 con la autorización de la Conferencia Episcopal Venezolana, él, su colega Nancy Jiménez y otros especialistas determinaron que se trataba de una Mariofanía, “una manifestación viva de María Santísima”.

Milagros de nuestra santa patrona

González relató que fue testigo de varios sucesos extraordinarios inexplicables para la ciencia.

Mientras sostenía en sus manos la copia a escala real de la figura recordaba que la primera fase del proceso de reparación se desarrollaría entre tres y cinco semanas; sin embargo se hizo en seis días, lo cual fue bastante significativo y sorprendente.

Explica que el deterioro era intenso, la imagen estaba fracturada; tenía hongos y una mancha de óxido a nivel de la cara, por eso sería sometida a un tratamiento acucioso pero detectaron que se blanqueó sin utilizar químicos.

Rostro de la Virgen de Coromoto visto a través del microscopio

De igual modo, notaron que algunos extremos rotos del soporte de algodón (trozo similar a una servilleta) se modificaron por sí solos; no hubo manipulación. Ante lo que evidenciaban los expertos, quedaron perplejos.

La reacción fue la misma al intensificar la observación pese a que realizaron nuevos descubrimientos; entre ellos, que la figura era de un solo trazo y densidad de tinta, además que los pigmentos no estaban adheridos al frágil papel, por el contrario, a cierta distancia se distinguen pequeñas tiras de hilos que hacen el contorno de la Virgen y pareciera que flotaran sobre la superficie.

Pablo González agrega que a través de microscopios contemplaron el rostro de una bella y joven mujer que no tiene corona como muchos creen, sino un penacho indígena.

El trono tampoco existe, lo único que se avista son dos columnas a los lados hechos en tejido de cestería indígena.

Lo que causó más impresión en los restauradores fueron los ojos, en especial el izquierdo porque posee iris, cristalino y retina. Asimismo, el derecho parece humano; el iris tiene forma de mapa de Venezuela y en el centro está la imagen de Jesús.

“La Virgen quiere decirnos algo. Se manifiesta para decirnos que no estamos solos. Se hace sentir y quiere que sus hijos la reconozcan como lo que es; la patrona de Venezuela” recalcaba el entrevistado, quien describía como única la oportunidad que tuvo en el santuario nacional Nuestra Señora de Coromoto.

Reconoce que esta es una de las advocaciones más olvidadas, por lo que exhorta a la población a venerarla, manifestar su amor y su fe. DM/gf

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