“La madre nunca es puntual”, reseñó el presbítero Allende Hernández, rector del santuario de Nuestra Señora de Coromoto, al descender del helicóptero en la Escuela de Guardias Nacionales Martín Bastidas Torres, (Esguarnac); eran las 3:15 pm. Las seis largas horas de espera se olvidaron solo al ver la reliquia de la virgen, la cual viajó desde Guanare a la capital mirandina.
“Siempre que nuestra madre sale del santuario ocurre algún inconveniente que la retrasa”, agregó entre risas Hernández, quien pidió disculpas y aseguró que los tres días que permanecerá la reliquia en los Altos Mirandinos permitirán que miles de fieles la visiten.
A las 9:00 am comenzaron a llegar cientos de devotos al campo donde se esperaba aterrizara el helicóptero comercial que se había dispuesto por los organizadores para el traslado de la imagen de 2 x 2,5 centímetros que rememora la aparición de la Virgen María al indio Coromoto hace ya unos 350 años.
Alumnos de planteles católicos de Los Teques, los Pastores del Niño Jesús, miembros de la cofradía y de la Casa de las Almas Milagrosas en Carrizal, así como miles de fieles se apostaron en la catedral de Los Teques y en la sede de la escuela de guardias aguardando el arribo. El ánimo reinaba en los rostros, “la aparición mariana es la prueba viviente de la fe de los creyentes venezolanos”, reseñó Margaret Rojas. Todos esperaban estar cerca de la imagen.
Con el transcurrir de las horas la preocupación reinaba en los allí presentes. Nada se sabía de la llegada de la imagen, uno de los organizadores detalló que por un desperfecto mecánico el primer helicóptero que la traería no podía hacer el trayecto. Tuvieron que buscar otro sin plan de vuelo y trasladar la reliquia y al rector del santuario con su comitiva al aeropuerto más cercano al templo en Guanare.
Cerca de las 11:30 am se dispuso todo para el despegue que ocurrió unos 30 minutos después. Tres horas de vuelo hasta la capital mirandina serían lo único que faltaba para que los fieles estuvieran cerca de la imagen.
3:00 pm, caras largas pero la fe intacta; la emoción por tenerla cerca se hacía presente. A las 3:02 pm se escuchó el motor del helicóptero. La espera había terminado. La mariofanía de la madre de todos los venezolanos estaba cerca. Todos saltaron de sus asientos, la sonrisa brotó sin pensarlo dos veces. Júbilo, alegría, devoción y fe se mezclaron en ese instante.
“María es la madre de todos, Coromoto es nuestra madre. María de Coromoto madre de la misericordia, llevando lo que el papa Francisco nos ha dicho en este año: la misericordia”, detalló Hernández en sus palabras durante el recibimiento que se le realizó por parte de los miembros de la Guardia Nacional.
José Gregorio García, párroco de la catedral San Felipe Neri de Los Teques, dijo que “es el regalo más grande que Dios nos ha podido dar porque es la primera vez que nos visita la imagen viva de María de Coromoto”, reseñó mientras aguardaba la llegada de la mariofanía.
Tras el homenaje en el campo de la Esguarnac abordó el papamóvil, el recorrido incluyó las avenidas Víctor Baptista y Bicentenario, así como Las Cuatro Esquinas, para empalmar con la avenida Bolívar y finalmente llegar a la catedral de Los Teques.
El obispo de la Diócesis de Los Teques, Freddy Fuenmayor, ofició la misa que arrancó aproximadamente a las 4:00 pm y congregó a más de mil personas que esperaban desde las 12:00 del mediodía. El alcalde de Carrizal, José Luis Rodríguez, acompañado de la diputada Clara Mirabal, participó en la eucaristía.
Tras la misa la reliquia fue trasladada nuevamente en el Papamóvil hasta la población de Carrizal, donde permanecerá hasta el próximo sábado. En ese municipio se realizó una segunda eucaristía a la que asistieron autoridades locales, así como la diputada de la Asamblea Nacional, Delsa Solórzano.gf
Pola Del Giudice / Daniel Murolo
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