Los más arriesgados pueden pagar para lanzarse en parapente

En El Jarillo se puede volar parapente en compañía de un instructor o tomar lecciones de vuelo
En El Jarillo se puede volar parapente en compañía de un instructor o tomar lecciones de vuelo

Los parajes naturales son una opción en los Altos Mirandinos

Caminatas por espesas áreas verdes, excursiones a sitios históricos, cascadas y montañas son algunas de las alternativas de quienes se quedaron “varados” durante el asueto

Si no sabes a dónde ir durante los días de Carnaval porque tu familia se fue o no cuentas con mucho dinero como para planificar un viaje, no puedes dejar de leer este reportaje que pondrá al descubierto algunos sitios de interés en los Altos Mirandinos.

Uno de los parajes favoritos de propios y turistas es la parroquia El Jarillo del municipio Guaicaipuro, considerada la “heredera más joven de la colonización” de descendientes alemanes en esta región durante el siglo XIX. Su nombre se debe a un árbol de la zona cuyas flores blancas tienen forma de pequeños jarros o jarrillos.

En El Jarillo Arriba existe un mirador de Club de Vuelo en Parapente, que suele lucir repleto de personas durante los fines de semana y los feriados; en donde se congregan expertos en el vuelo, curiosos y quienes quieran vivir la experiencia por al menos 15 minutos, tras cancelar la suma de 10 mil bolívares en efectivo (cifra que asciende a 11 mil bolívares si el pago se cancela en tarjeta de débito o crédito).

En este lugar se ofrecen lecciones para pilotar parapentes, así como también vuelos acompañados por un instructor en la modalidad de “tandem”. Desde este punto se aprecia una espectacular panorámica de El Jarillo y se puede degustar alguna de las exquisiteces típicas de la zona en los kioscos y tarantines que son instalados cuando se espera la llegada de los temporadistas, quienes no lo piensan dos veces para comprar las tradicionales fresas con crema, salchicha alemana o polaca con ensalada de papa, y el pan preparado por los jarilleros, quienes conforme pasa el tiempo han ido abriendo más restaurantes y posadas, cuya arquitectura recuerda Alemania.

En la vía a este hermoso paraje, donde las féminas suelen vestir trajes típicos de Alemania, se encuentran las ruinas de Ruinas de Los Tapiales o Las Mostazas, que según expertos en el área datan de 1811. Se desconoce su uso original; pues pudiera haber servido para el procesamiento de café o añil, sede de un monasterio o una venta de esclavos. En sus pisos se aprecian aún las lajas usadas como pavimento.

Quienes tuvieron la oportunidad de pasar la noche allí antes de las lluvias del 2007 que arrasaron con la vía y tapiaron parte de las ruinas, hablaban de “sensaciones extrañas” y “vibras” de lo que han catalogado como almas en pena, pues la opción de los esclavos o la prisión es la que cobra más fuerza entre algunos residentes de las adyacencias, convirtiéndose en un mito de la zona.

San Pedro de Los Altos

Apacible pueblo montañés que lo atraviesa la que fuera, en tiempos de la colonia, la principal ruta de comunicación entre los Valles de Aragua y Caracas. Aunque poco queda de su arquitectura colonial, un paseo por las vías aledañas permite apreciar hermosas vistas de Los Teques y el paisaje que lo envuelve de sembradíos de flores como margaritas, crisantemos y pompones.

Pese a que su vía actualmente no se encuentra en las mejores condiciones, hay quienes optan por ir en sus camionetas a dar el paseo, mientras que están las personas que tienen como tradición visitarlo para comer cochino en alguno de sus restaurantes.

Parque La Culebra

Entrando por el pueblo de San Pedro, la primera cuadra a mano derecha, verán un lugar ideal para hacer ejercicio, meditación, caminatas, acampar y disfrutar paseos en bicicleta montañera. Tiene una vista espectacular hacia Pozo de Rosas y Laguneta, detrás le quedan La Colonia Tovar y El Jarillo.

 

San Diego de Los Altos

Su origen se remonta al siglo XVII, cuando era descrito como una comunidad indígena de sólo 33 casas absorbidas por la transculturación de la conquista. Actualmente se conservan algunas de sus casas antiguas y la iglesia que es Monumento Histórico Nacional; y cuenta con varios sitios para montar caballo, degustar fresas con crema, o romper la dieta con cochino frito y otra variedad de platos que ofertan en la fría zona.

Johana Rodríguez jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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