Apophis (que toma su nombre del dios egipcio de la muerte y la oscuridad) mide unos 50 metros de diámetro, y su trayectoria indica que pasará demasiado cerca de la Tierra como para no hacer sonar algunas alarmas. Por supuesto, de colisionar con el planeta no acabaría con la vida ni nos haría vivir algo como la extinción de los dinosaurios, pero sí ocasionaría un gran daño, sobre todo en países asiáticos y las costas occidentales de América.