bogado Aldo Di Santis se pronuncia sobre Ley de Amnistía:
El experto se pasea por los diversos escenarios políticos del país a propósito de las escaramuzas surgidas tras las elecciones parlamentarias al cierre del año 2015
“Sea cual sea la tendencia política, la lectura a la situación actual del país es que la gente quiere cambio; no se sabe si solo del Presidente o del bipartidismo que se está viviendo con el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) y la Mesa de la Unidad (MUD) que emula el viejo modelo, lo que sí está claro es que se requiere un punto de quiebre para recomenzar”.
La reflexión la hace el abogado Aldo Di Santis a propósito del debate surgido por la aprobación en primera discusión de la Ley de Amnistía, la cual fue calificada por el diputado a la Asamblea Nacional (AN), Elías Jaua como “amnesia criminal”.
-Jurídica y políticamente cuando hablamos de amnistía efectivamente nos referimos a olvidar el delito; no se trata de un perdón porque entonces estuviéramos hablando de indulto, que es otra figura válida según nuestra legislación (…) Parece que a la bancada oficialista se les olvidó que precisamente Hugo Chávez Frías se valió de un decreto de ley de amnistía que básicamente es un acuerdo político que busca la reconciliación basados en el hecho de que no existe ni siquiera una sentencia en la mayoría de los casos que se están exponiendo.
A juicio del experto, de aprobarse en segunda discusión la ley, “ésta será enviada al Presidente Maduro pero él no la devolverá para que no sea promulgada por la AN. Probablemente la envíe a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y allí dirán que es total o parcialmente inconstitucional, llevando a un nuevo conflicto de poderes, en esta ocasión entre el TSJ y la AN”, puntualizó.
El escenario dibujado no le parece descabellado si se compara con la ocurrido con el Decreto de Emergencia Económica. “Le quitaron la facultad política a la AN poniendo en choque al poder legislativo y ejecutivo”, añadió.
Todo se reduce a un conflicto de poderes donde se alzan como posibles opciones un referendo consultivo y/o un referendo revocatorio, último que no puede excederse de marzo del 2017, haciéndose difícil cumplir los lapsos en un año electoral donde se escogerán a los nuevos gobernadores.
Otro contexto sería la renuncia del Presidente de la República. “En ese caso asumiría el vicepresidente, sea quien sea, y habría 30 días para convocar a nuevas elecciones –teniendo el vicepresidente la posibilidad de postularse al cargo. Con esta atmósfera me atrevo a decir que en 15 años es la primera vez que hay más luz que sombra en Venezuela”.
Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl