Encuesta de Venebarómetro refleja altos niveles inflacionarios en territorio criollo
Cada día son despachados menos productos regulados en los negocios de los Altos Mirandinos y cuando llegan son ofrecidos en combos con otros artículos para impulsar la salida de mercancía que no tiene precio fijado
Negro. Así describen las amas de casa el panorama económico nacional que encuentra eco en las colas que diariamente se forman en las afueras de los negocios altomirandinos.
“Antes había conglomerados de clientes solo en los locales que eran surtidos con mercancía regulada, pero ahora es a todo nivel, para entrar a un supermercado así sea a comprar un kilo de granos de maíz para hacer cotufa hay que hacer cola”, dijo Karina González, quien quedó impresionada al ver que la fila de consumidores para comprar en el Centro Comercial Súper Líder llegaba hasta el concesionario de la Fiat la mañana de este miércoles.
–En la sucursal de la Central Madeirense del C.C. La Cascada la situación ha empeorado desde que comenzaron a aplicar el horario de apertura a las 12 del mediodía; mientras que en el Fresco Market de Corralito es fija la presencia de personas aglomeradas en las afueras cada mañana.
La situación no mejora en los puestos informales. “En el Mercado Municipal de El Paso tuve que hacer una cola de dos horas para comprar un combo de tres kilos de alitas de pollo por Bs. 2.200”, relató Margarita Uzcátegui, quien además pudo cargar con un “combo solidario” que estaban ofreciendo por Bs. 1.750.
–Últimamente en los comercios están aplicando la modalidad de armar estas fulanas bolsas para que la gente no solo se lleve la mercancía regulada. Es comprensible hasta cierto punto. La gente se mata por el kilo de azúcar regulada en Bs. 26,50 pero cuando llega la versión de Bs. 180 la gente ni voltea a mirarla, allí se nota quien tiene una verdadera necesidad.
Al respecto los comerciantes señalan que es mucho el estrés que viven cuando les despachan mercancía con precio fijado. “Hay que habilitar más personal y llamar a los cuerpos de seguridad, como la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para que ayude a contener a las personas; si se vende solo lo regulado el margen de ganancia es mínimo, así que estamos fomentando la salida de otros artículos”, explicó un vendedor del mercado de El Paso.
–No es una práctica nueva. En las bodegas Mercal era normal que para que la gente se llevara un kilo de leche barato se viera obligada a comprar otro producto no subsidiado por el Estado. Mucha gente lo crítica pero es mucho el esfuerzo que se hace para mantener las santamarías del negocio abiertas pese a la situación país.
Sondeo
Mientras los comerciantes buscan la manera de obtener la mayor rentabilidad posible de sus negocios, los compradores se las ingenian para llevar la máxima cantidad de productos con el menor gasto de dinero posible.
“No es tacañería es que la plata no alcanza”, acotó Hernani Cordero, comprador que cada miércoles hace un periplo por no menos de 5 negocios para aprovechar de hacer las compras según su terminal de cédula de identidad, práctica cada vez más común para estirar el ingreso mensual, que según sondeo de la empresa Venebarómetro no le rinde a 79,6 % de los venezolanos.
El estudio efectuado entre el 21 y el 31 de enero en hogares urbanos y rurales, cubriendo 1.200 personas de los dos géneros y de todos los estratos socioeconómicos, con un margen de error es 2,37 % y un nivel de confianza de 90 %, evidenció además que 79,9 % de los criollos considera que no le alcanza para cubrir las medicinas, mientras que a 89,7 % no le alcanzó para comprar ropa y 64,8% no tuvo ingresos para pagar los servicios de educación.
“La solución no es seguir subiendo a diestra y siniestra el sueldo mínimo y la bonificación de alimentación sino de frenar la inflación, llevarla a un dígito y congelar el sueldo para que la economía se estabilice. Cuando en marzo cobremos más de 13 mil bolívares en cestatickets ya para hacer mercado se necesitarán más de 100 mil bolívares, así que sigue siendo insuficiente”, dijo Arnelio Gómez, trabajador del volante que se toma un día a la semana para hacer las compras en su hogar, evitando así caer en manos de los revendedores “porque eso sí es un nocaut al bolsillo”, atajó
Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl