Gigantes como Chávez nunca mueren

Se cumplen 3 años de que la ciencia no pudo evitar que la fatalidad nos arrebatara al redentor social que supo sortear las dificultades de un capitalismo en trance de desaparición

Ciertamente no son los hombres los que hacen la historia, sino los pueblos quienes crean sus propios héroes; logrando a su vez que los nuevos liderazgos se eternicen en la memoria colectiva por encima de las tumbas. Hablar de Chávez es pasar de la utopía a la realidad en concreto; haciendo del verbo, carne. De ahí que referirse a Chávez, es ir mas allá de la comprensión del visionario que se atrevió a desafiar más de doscientos años de hegemonía de una oligarquía apátrida que nunca tuvo reparo alguno para hipotecar nuestra soberanía al mejor postor.

Hoy se cumplen 3 años que la ciencia galena no pudo evitar que la fatalidad nos arrebatara al redentor social que supo sortear dificultades en medio de las serias dificultades de un capitalismo en trance de desaparición. Y aunque no fueran los deseos del pueblo agradecido, sin embargo, el 5 de marzo los dioses decidieron que Chávez alzara vuelo, dejándonos en el Plan de la Patria la más preclara de las rutas para que generaciones presentes y futuras pudieran interrogar el destino y darle respuestas a la posteridad. No olvidemos que los hombres que lograron sembrar ideas, también dejaron buenas cosechas nimbadas con la magia de los elegidos para reproducirse en el tiempo y el espacio histórico. Y porque fue visionario y tuvo el don de los estadistas, su vida ejemplar y su obra magnánima quedo exenta de caducidad.

De Chávez aprendimos que los ideales están por encima de lo etéreo, que las convicciones no ceden a los halagos crematísticos. Y porque sus ideales fueron auténticos y no patentables como mercancía, el comandante supremo nunca cayó en la vulgaridad de subastarse en el mercado de la apostasía. Hoy recordamos al Chávez de las Misiones Sociales, al eterno enamorado de la patria grande; al guerrero sin reposo que aceptó el compromiso de hacer la nueva historia sin esperar nada a cambio.

Que esa ultraderecha recargada de rencores y frustraciones haga fiesta con los resultados electorales que temporalmente apagaron el faro de Argentina, o que la canalla se frote las manos, apostando a la interrupción del proceso en Bolivia, de esa cabuya tenemos un rollo quienes conocemos las vicisitudes de los pueblos que luchan por afianzar la libertad. Por suerte, la mayoría de los venezolanos entendieron el mensaje futurista del Arañero de Sabaneta, sin que importara que esa oligarquía maldiga el día que vino al mundo el arquitecto que conectó la obra del procerato con los quehaceres del siglo XXI.

Freddy Elías Kamel Eljuri
aporrea.org

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