Escasez de lúpulo y cebada pone en jaque la producción de cerveza

Sector licorero atraviesa fuerte crisis por escasez de materia prima. ARCHIVO
Sector licorero atraviesa fuerte crisis por escasez de materia prima. ARCHIVO

Licorerías altomirandinas reportan pérdidas millonarias por falta de productos

Proveedores de Polar dejaron embarcados a los comerciantes de la subregión, quienes ya no saben en qué mercancía refugiarse para sortear las bajas en las ganancias durante los últimos meses

85 %. Ese es el porcentaje que representa la comercialización de las cervezas en las licorerías, donde la escasez del producto pone en jaque a los comerciantes, quienes llevan dos años lidiando con alzas constantes en el precio de los diversos productos que ofrecen.

“Uno puede dejar de comprar un Whisky y prescindir de algunas bebidas dulces, pero la cerveza es el producto líder, es que lo que hace que se mueva la caja del negocio”, confesó el encargado de una licorería en el casco central de la capital mirandina, donde pasaron el fin de semana sin el solicitado producto.

–El viernes acabamos con lo que teníamos en el depósito y el sábado nos quedamos sin nada que ofrecer, así que las ventas fueron súper nulas en comparación con otros fines de semana. Como es costumbre, esperábamos que la Polar nos despachara arrancando la semana, pero lo que vinieron fue el lunes a decir que no había mercancía para repartir.

La situación se repitió en otros locales de la subregión, lo cual no resulta casual. Según el vicepresidente de la Federación Venezolana de Licoreros (Fevelicor), Carlos Salazar, el sector cuenta con materia prima para finales de marzo e inicios de abril, según declaró en el canal de noticias Globovisión.

-Nosotros haremos hasta lo imposible por mantener abiertos nuestros negocios, si existiera una paralización, se dificultaría la capacidad operativa de nuestros establecimientos, pero insistimos en que haremos hasta lo imposible para continuar operando en nuestros negocios, hay diversos escenarios que están en conflicto en la actualidad; sin embargo, nuestro gremio siempre comprometido con el trabajo, trabajo y más trabajo, nos vamos a mantener con nuestros negocios abiertos.

Entrampados

Según comerciantes del ramo consultados, cada día es más difícil mantener las santamarías arriba. “Uno quisiera bandearse con la chuchería, que es normalmente lo que más se vende de lunes a miércoles, pero éstas también forman parte de los grandes ausentes de los estantes”, declaró Jesús Urbina, vendedor capitalino.

–Antes teníamos abarrotados los mostradores de Rufles, Doritos, platanito, Samba, chocolate Savoy, Pirulín, Nucita, Cheese Tris, Pepitos, pero ahora lo que ofrecemos es un chocolate que ronda los Bs. 500 y obviamente no sale tan rápido como nos gustaría.

Las golosinas no se salvan de la inflación. “La samba que a principios del año 2015 costaba Bs. 30 ya cuesta 130 y te apuesto que para abril ya rondará los Bs 150. Los chamos vienen con un billete de 100 y no pueden ni comprarse una chupeta. Es grave lo que estamos viviendo”, relató el entrevistado, quien señaló que el despacho de jugos, refrescos y agua mineral es otro karma que viven semana tras semana.

“Desde el año pasado desapareció la presentación de cinco litros del agua mineral, muy solicitada sobretodo estos días cuando hay problemas con el suministro del agua en todo el país: lo que lleva a optar por el refresco que ya está por los Bs. 500”, puntualizó Urbina, quien agregó que “la mayoría de los problemas se han desatado por las regulaciones, así como los persistentes controles cambiarios”.

 Sin posibilidades

Quienes pensaban en expandir su negocio y diversificarse para ofrecer un servicio más amplio y procurar más ganancias se quedaron con las ganas; al menos por este año. “Teníamos un proyecto de ampliación del local para convertirlo en bodegón y ofrecer delicateses, pero cuando vimos cómo subieron los precios de los materiales de construcción, así como de las neveras, decidimos utilizar el crédito en equiparnos con mercancía para fortalecer el inventario”, confesó Javier Morales, encargado de una licorería en Carrizal.

–Quien no montó su negocio difícilmente podrá hacerlo ahora. Supuestamente habrá una apertura a los empresarios en Guaicaipuro, pero cuando se evalúa cómo nos están ahogando con los impuestos uno no confía en esas promesas. Esperemos que el Gobierno rectifique para que todos los comerciantes podamos retomar nuestro rumbo.

Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl

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