«Pensamos que el país está en condiciones y debe tener cambios», dijo a periodistas Amado Calixto de una pequeña agrupación de abogados opositores llamados Asociación de Juristas Cubanos.
Ellos junto a otros disidentes como Manuel Cuesta Morúa del Arco Progresistas y representantes de la Unión Patriótica de Cuba que dirige José Daniel Ferrer mostraron a periodistas el miércoles los trámites iniciados en la Asamblea del Poder Popular, el Parlamento, para darle cabida a sus propuestas.
La plataforma, llamada #Otro 18, tiene dos etapas de reformas para ejecutarse, explicó Rolando Ferrer, otro de los organizadores del grupo.
El primer nivel o de mínima podrían formar parte de cambios de camino a las elecciones previstas para el 2018 –lo que da nombre a la plataforma– y en las cuales el actual presidente Raúl Castro prometió no presentarse; mientras el segundo peldaño o de máxima requieren de cambios en la Constitución como la formación de partidos políticos o el voto de los cubanos en el extranjero por lo que son difíciles de implementar.
Estos disidentes buscan no entrar en conflicto en su relación con el gobierno, sino realizar modernizaciones necesarias como la de contar con un registro electoral que no dependa del Ministerio del Interior, reconocimiento de asociaciones civiles distintas de las oficiales o la competitividad de los candidatos.
El grupo tiene una posición diferente a otros disidentes de la isla que suelen chocar violentamente con el gobierno y rechazan incluso cualquier acercamiento de Estados Unidos hacia Cuba alegando que debe presionarse desde el extranjero a las autoridades para cambios en el modelo unipartidista.
AP