Escasea el pescado salado.

Vicente Ferrer suma 46 años trabajando en el ramo pescadero
Vicente Ferrer suma 46 años trabajando en el ramo pescadero

El popular producto brilla por su ausencia en tarantines y locales de la ciudad de cara a la llegada de la Semana Santa. Toca salar el producto y ponerlo a secar por cuenta propia o encargarlo.

Los altos costos del producto del mar hacen que las amas de casa aún no se entusiasmen con su compra a pocos días de celebrarse el asueto religioso

“Hace tres años con 40 mil bolívares llenábamos el camión y a las 9:00 a.m. de un domingo antes de iniciarse la Semana Santa ya no teníamos nada en la cava; ahora hay que invertir 100 mil bolívares para medio trabajar y a mediodía todavía tenemos mercancía porque las amas de casa no se han terminado de entusiasmar con la compra”.

La declaración fue ofrecida por Vicente Ferrer, carupanero que lleva 46 años trabajando en el ramo. “Estamos haciendo de tripas corazón; no es fácil conseguir la mercancía, de hecho también nos toca hacer cola para surtirnos”, confesó mientras se disponía a salar un pescado ante la escasez del popular pescado seco, el cual brilla por su ausencia.

–La gente no está de ánimos ni tiene dinero para cumplir las tradiciones. En este mercado – de la antigua avenida Arvelo- nos caracterizamos por ofrecer los costos más bajos y ni así la gente termina de motivarse.

Con suerte veremos más movimiento la semana que viene cuando ya estemos propiamente en la fecha que los católicos, por creencia, no consumen carnes rojas, inclinándose por pescados y mariscos a la hora de comer.

Quienes así deseen hacerlo deberán sacar no menos de mil bolívares que es el precio en el que ofrecen el muy solicitado tajalí y coro coro que en la calle y locales es comercializado por Bs. 1.500.

El panorama cambia para quienes prefieren el filete, el cual está cotizado en 2.600, así como la curvina grande, mientras que el pescado en rueda es ofrecido en Bs 2.100 y el lebranche en 1.300 bolívares.

Cuesta arriba
Consumidores consultados señalaron que cada año es más difícil cumplir con las tradiciones. “Un kilo de carne se cotiza entre 1.800 y 2.500 bolívares, que es más o menos lo mismo que cuesta el pescado, pero particularmente puedo estirar más lo primero con vegetales, aliños o papitas colombianas”, confesó Gloria González, quien este domingo recorría los tarantines de la avenida Francisco de Miranda.

–Hace un par de años se podía hacer trampa comprando latas de atún o sardina, pero las primeras están incomprables debido a su alto costo y las segundas brillan por su ausencia en los mercados.

No se deje engañar
Ferrer alertó que en las ventas informales que se instalan en las calles capitalinas están metiendo gato por liebre. “Engañan a la gente diciendo que están vendiendo atún y en realidad es bonita negra que es más barato”.

Johana Rodríguez
jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl
Foto. Alfredo Pereira

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