Han pasado más de seis años desde la muerte de Brittany Murphy, sin embargo, hay muchas preguntas que aún no tienen respuestas.
En una investigación realizada por el portal de noticias E! News, se dio a conocer que el subjefe forense del condado de Los Angeles, Ed Winter, considera que el caso debería ser reabierto porque las condiciones bajo las que murió la actriz aún no están claras.
El informe forense de su momento, indicó que Brittany murió por “una neumonía, anemia y una mezcla accidental de prescripción y píldoras”, pero Winter asegura: “Tendríamos evidencia directa, algo así como una confesión, algo que conecta a alguien con ella.”
El agente añade que un nuevo examen podría incluir la exhumación de su cuerpo, “si la policía contactó con nosotros, podemos reabrir el caso si existe evidencia sustancial”, dijo.
En 2013, un laboratorio independiente, encargado por el padre de Murphy, Angelo Bertolotti, analizó muestras de cabello en las que encontraron un nivel “anormalmente alto” de al menos 10 metales pesados, incluyendo el bario (una sustancia que se encuentra en el veneno para ratas) en su cuerpo. Esos resultados movieron Bertolotti para alegar que su hija había sido envenenada y llegó la teoría de un la actuación de “un tercero”.
Aun así, el médico forense nunca se llevó a cabo su propia nueva prueba, ya que, como explica Winter a E! News, “no había nada que mostrara indicios de envenenamiento. [Los niveles] no estaban por las nubes, y no eran compatibles con el veneno.
Por otra parte, al consultar al patólogo forense Cyril Wecht, aseguró que hay circunstancias que podrían evidenciar que no necesariamente la muerte fue accidental, sobre todo basados en el hecho de que unos meses después de Brittany murió su esposo, Simon Monjack, en circunstancias similares…
“Hay dos personas -un esposo y una esposa- muriendo con cinco meses de diferencia, y, no hacen ninguna conjetura. Con dos personas jóvenes que mueren cinco meses de diferencia tienes que verlo, y todavía poder decir ‘sé lo que pasó’”.
