Deterioro en el patrón de alimentación. Esa es la principal conclusión arrojada de la Encuesta Sobre Condiciones de Vida (Encovi) 2015, estudio adelantando por la Universidad Central de Venezuela, Católica Andrés Bello (UCAB), Simón Bolívar (USB) y Fundación Bengoa.
Entre los números más alarmantes que pueden leerse en el análisis efectuado a una población de 1.488 personas entre 20 y 65 años de 10 ciudades del país, destaca el 87 % de venezolanos que expresaron que el dinero que percibían resultaba insuficiente para la compra de alimentos.
Igualmente salta a la vista que 34,4 % de los criollos está en “situación de pobreza reciente”, es decir, las personas que se ubicaban en la clase media han visto desmejorado su poder adquisitivo, lo que los limita sustancialmente en la compra de productos.
“Antes en mi casa era un placer ir a hacer mercado los domingos; los niños se iban al pasillo de cereales y galletas, mi esposo hacía la cola para comprar carne y charcutería, mientras yo seleccionaba las frutas y verduras, rematábamos reponiendo la perfumería, así como los productos de limpieza, ahora ni siquiera podemos entrar al supermercado y si se tiene suerte se puede comprar un producto al día”, confesó Adriana Uzcátegui.
–Poco a poco hemos ido eliminando ingredientes del menú. Desde hace año y medio no se sabe qué es una lata de atún en mi hogar, comemos carne una vez al mes y pollo cuando se encuentra barato. Desde que empezó el año no hemos comprado jamón ni queso.
Como esta confesión abundan en los hogares altomirandinos, donde han tenido que aplicar medidas adaptativas ante la crisis. “Todo el dinero que ingresa es para pagar comida, condominio, servicios básicos y escuela”, dijo Ibsen Gómez, residente de Quebrada de la Virgen.
–Como a duras penas el dinero rinde para la comida ha tocado suprimir todo gasto de recreación. Ya llevamos tres años sin saber qué son vacaciones familiares; el recuerdo más cercano fue un día en La Guaira en diciembre.
¿Todo muy caro o
todos muy pobres?
“Últimamente me preguntaba si todo estaba muy caro o yo estaba muy pobre, pero cuando escucho los cometarios de las personas en las colas para comprar productos regulados entiendo que todos estamos arropados por la crisis”, afirmó Rogelio Verde, vecino del casco central de la capital mirandina, quien cada jueves se forma en las afueras del CC Súper Líder con la esperanza de llevarse algún producto regulado a casa.
–Toca hacer fila porque un kilo de azúcar que regulado no rebasa los Bs. 30 los bachaqueros lo ofrecen en Bs. 800 (…) Hasta las reuniones en casa se han acabado, antes me gustaba hacer un sábado cada quince días una parrillada con amigos y un domingo al mes un sancocho, yo corría con todos los gastos; pero ahora se irá a hacer una vez al año y a todo el mundo le tocará colaborar.
Otra adaptación ante la cual han tenido que sucumbir los venezolanos es a mandar a remendar la ropa para sacarle el máximo provecho de vida útil a cada prenda y acudir a ventas de garaje para adquirir productos de segunda mano.
“No ha terminado el año escolar y ya tengo los nervios de punta de tan solo pensar en cuánto me saldrá la lista de útiles y uniformes. Mi chamo va para quinto año y los zapatos más baratos que he visto no bajan de Bs. 27 mil. Lo peor es que tengo una niña que entrará en el Centro de Educación Inicial (CEI) y otra que pasará para quinto grado. Desde ya tengo que ahorrar”, expresó Margaret Guillén, habitante de Lagunetica.
Dos bloques
El estudio que viene aplicándose desde el año 2014, en principio basaba su clasificación en las clases sociales alta, media y baja, ahora lo hace en base a dos bloques: pobres y no pobres.
**Agrega el informe que 12,1 % de los consultados (164 personas) comen dos veces al día o menos, un aumento de 0,8 % respecto a 2014.
**La encuesta reveló que 38,22 % de las canastas venezolanas están conformadas por harina de maíz, arroz, pasta y grasas, mientras las proteínas animales suman 19,69 % y los granos apenas representan 2,69 %.
**También se registró una caída drástica en la compra de pollo (de 89 % en 2014 a 69,10 % en 2015) y de carne (de más de 74 % a 52,32 %).
**Frutas (3,39 %), verduras (1,21 %) y hortalizas y legumbres (6,17 %) casi han desaparecido de las canastas.
**Según la Encovi la mayoría de los venezolanos comen en sus casas y sólo salen a comer 19,4 % en el desayuno, 21,1 % en el almuerzo y 15,3 % en la cena.
Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl