Más de 250 supuestos insurgentes murieron y otros 160 resultaron heridos de gravedad desde el comienzo a finales de febrero de la última fase de la operación que el Ejército paquistaní tiene en marcha en la áreas tribales del noroeste del país, en la que también perecieron ocho soldados.
La oficina de comunicación del Ejército (ISPR, en inglés) informó en un comunicado de que sus tropas han despejado 640 kilómetros cuadrados en el valle de Shawal, una de las dos zonas de Waziristán del Norte en que se centra la fase actual.
La batalla se centra ahora en la «última» franja de territorio que queda por despejar cerca de la frontera con Afganistán, después de que las fuerzas de seguridad neutralizasen importantes centros de actividad terrorista en cinco áreas de la zona.
Durante el transcurso de las operaciones de esta última fase, ocho militares perdieron la vida y otros 39 resultaron heridos, mientras que el bando insurgente sufrió 252 bajas, según la nota.