El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, afirmó este lunes en Guatemala que está decidido a concluir los conflictos armados que desangran su país así como a mantener la guerra frontal contra el narcotráfico.
«Hemos tenido problemas muy serios con la guerrilla, tenemos todavía una guerra, un conflicto armado interno que estoy determinado en acabar», afirmó Santos durante una reunión con empresarios en Guatemala, donde inició una gira que lo llevará también a El Salvador y Honduras.
Santos mantiene firme su posición de alcanzar un armisticio a pesar que el sábado decenas de miles de personas protestaron en Colombia contra su gobierno y el proceso de paz que lidera para poner fin a medio siglo de conflicto armado.
Santos recordó que su gobierno mantiene un diálogo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y que el pasado miércoles se oficializó un proceso similar con un segundo grupo armado, el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
«Con las FARC, ellos están sentados negociando la paz no porque estuvieran ganando la guerra, todo lo contrario, y en lo que ha recorrido el gobierno ellos decretaron un cese al fuego unilateral», agregó el gobernante.
Agregó que las FARC están debilitadas debido a que 63 de sus cabecillas fueron neutralizados, entre ellos el número 1 y el número 2 durante su gobierno.
«Eso es producto de ese enfoque pragmático, eficaz y dinámico de la fuerza pública contra los diferentes factores de inseguridad en el país», consideró.
Santos afirmó que esa estrategia es replicada en su lucha contra las «demás expresiones del crimen organizado», como el narcotráfico.
Para Santos «vale la pena el alto costo y el sacrificio» que ha implicado la lucha «porque es la supervivencia del estado de derecho, de las instituciones, de la propia democracia que está en juego y ahí no se puede ceder, dar tregua ni cuartel», aseguró.
Comentó que su gira por estos tres países que integran el Triángulo Norte de Centroamérica, la zona sin conflicto más violenta del mundo, es para fortalecer la cooperación en la lucha contra el crimen organizado.
AFP
