Robos en escuelas desaniman a estudiantes

Frecuentes asaltos a instituciones educativas inciden de manera negativa en el desenvolvimiento de los alumnos
Frecuentes asaltos a instituciones educativas inciden de manera negativa en el desenvolvimiento de los alumnos

Una llamada telefónica alerta a los directivos de la escuela, quienes escuchan por enésima vez: ‘‘Se metieron a robar y arrasaron con todo. Tras estas palabras, es imposible ocultar el sentimiento de decepción, más y cuando horas después se debe explicar a los alumnos que gracias al destructivo paso de los antisociales, algunas actividades serán paralizadas o incluso las clases estarán suspendidas.

A las 7:00 am, como de costumbre, entre risas y ‘‘chalequeos’’, un grupo de escolares se dirige hacia su segunda casa encontrándose con que en la puerta de la misma hay un cartel que reza la siguiente frase: ‘‘No hay clases por robo’’. Al principio hay alegría; ‘‘vámonos a jugar fútbol en la cancha que está por mi casa’’, dicen. No obstante, cuando la situación se torna tan frecuente como ir al baño, es cuando comienza desde el declive en el rendimiento académico hasta la deserción escolar.

Justin Morillo, licenciado en Educación con 10 años de labor profesional y director de un plantel víctima por excelencia de la sombra hamponil, aseguró que ‘‘los constantes robos en las escuelas inciden directamente en el desenvolvimiento académico de los estudiantes y en su lado psicoemocional’’, apelando proporcionalmente al sentimentalismo que los liga al plantel.

Cuando se vive bajo un clima de inseguridad escolar comienzan las interrogantes sin respuesta que diariamente se formulan los alumnos. ‘’¿Será que mañana hay clases?’’, ‘‘¿Y si se metieron a robar nuevamente?,’’, ‘‘¿Y si me devuelven?’’; en estos casos esta conversación interna la mayoría de las veces finaliza con una afirmación que indudablemente coloca un ladrillo al muro de desmotivación que genera ser recurrentes víctimas de hurtos en la institución: ‘‘Yo mejor no voy’’.

Morillo aclara que en vista de la problemática ‘‘se altera la planificación y se va en contra de la permanente formación educativa del estudiante’’, por lo que ‘‘se deben implementar una gran cantidad de estrategias para mantener encendida la chispa de interés en toda la comunidad estudiantil’’.

Explotando potencialidades por intermedio de jornadas deportivas y culturales, además de reuniones entre la tríada directivos, padres y estudiantes, se puede manejar el problema ofreciendo una sensación de inclusión a los principales afectados para que el descenso en calificaciones y matrícula no tomen el mando del timón.

En muchos de estos casos ‘‘el psicoterror es el principal enemigo a enfrentar, por lo que la inclusión y el trabajo conjunto de la comunidad educativa pueden frenar o incluso contrarrestar los efectos negativos del flagelo del hampa en las instituciones educativas’’, concluyó Morillo.

Villegas: ‘‘El cuidado de los planteles no solo es responsabilidad de los cuerpos policiales’’

Patrullaje policial externo

Tras robos de diversas envergaduras, el agraviado solo dibuja en su cabeza una idea, la cual se materializa en responsabilizar a la policía de turno por no frustrar los atracos.

Ante esto, quien ofrece declaraciones es el comisario Oswaldo Villegas, funcionario jubilado tras 27 años de labor en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), y actual jefe del Centro de Coordinación Policial Nº1 con nueve años en la Policía del estado Miranda (Polimiranda).

‘‘La labor policial en cuanto al patrullaje de escuelas se limita a la verificación externa, ya que ninguna policía tiene la autorización para entrar a las instituciones’’, dijo, haciendo énfasis en que la responsabilidad de protección de una escuela no solo se remite a los órganos de seguridad.

El experto en materia de seguridad y actual jefe centro de la policía estadal, ratificó el compromiso en el patrullaje nocturno, por lo que hizo un llamado a la calma a la comunidad estudiantil del territorio mirandino.

La relación entre las policías, comunidades y planteles permite disminuir porcentualmente la cantidad de hurtos, haciendo proporcional la disminución de en la deserción escolar y bajo rendimiento académico que tanto acusan los centros escolares luego de una interminable repetición de asaltos.gf

Frederick Ortiz-Fortiz@diariolaregion.net / @FredoCorleone_

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