Un profesional por favor…

Para empezar este artículo es bueno decir algo, probablemente lo único, con lo que el 100% de colegas de profesión estamos de acuerdo: no somos masajistas, somos FISIOTERAPEUTAS; el masaje, es una herramienta, muy válida o incluso imprescindible en ciertas patologías, pero no es lo único que realizamos para recuperar, rehabilitar o prevenir.

El masaje, pues, lo podemos definir como un medio pasivo que usa un profesional para prevenir, tratar y recuperar una lesión o un exceso de carga o fatiga, o simplemente para preparar un sujeto ante una evento deportivo, profesional o diario.

¿Todos los masajes son iguales?
Obviamente no, la fisioterapeuta deportiva, es lo que centraré en este momento, donde podemos encontrar cuatro grandes variedades de masaje según en el momento de la competición que lo realicemos.

Masaje de descarga
Pertenece a la fase de restitución secundaria o recuperación profunda. Es el típico masaje que se utiliza en deporte, ideal para deportistas con mucha carga de trabajo en las últimas semanas o que se quieren preparar para una competición, dónde se tiene que realizar como mínimo dos días antes de esta.

Se ha de tener en cuenta que la musculatura está cargada e incluso dolorida, así pues, los objetivos son:
•    Eliminación del estado de hipertonía muscular.
•    Normalización de los procesos bioeléctricos.
•    Normalización de la capacidad de acumulación de energía muscular.
•    Prevenir lesiones por repetición como tendinitis o fracturas por estrés.

El masaje ha de ser general y/o de toda la extremidad, utilizando fricción superficial y profunda, amasamientos superficiales y profundos, presiones digitales sobre puntos gatillo… Las maniobras se ejecutaran con una intensidad media-alta y se puede combinar con estiramientos durante o después y con algún complemento como el Kinesiotape para recuperarse de manera más rápida de la inflamación que se pueda producir.

Masaje de pre-competición o actividad física
Preparación del sujeto para la competición, será breve. Se puede realizar antes o después del calentamiento; son maniobras rápidas e intensas pero más superficiales, sin apretar ni presionar en exceso.

En muchas ocasiones se complementa con una crema o gel que produzca calor (evidentemente no estrenar cremas nuevas en día de competición).

Masaje durante la competición o actividad física
Se utiliza básicamente para solucionar pequeños problemas que surgen durante la actividad física: para reactivar al deportista, hasta reducir contracturas después de un ejercicio intenso.

La intensidad es mayor que en el masaje anterior (media-alta) , y más localizado (incluso se puede usar un cubito de hielo).

Masaje post-competición o actividad física
Inmediatamente o hasta dos horas después de acabar; durante la fase de restitución primaria o recuperación rápida.

Se usa para:
•    Disminuir el estado de hipertonía muscular derivada de la actividad física intensa.
•    Eliminar lo más rápido posible las “substancias tóxicas” derivadas de la contracción muscular.
•    Conseguir un enfriamiento muscular.

Como se puede observar al inicio del artículo, el concepto “profesional”, está remarcado, y no por un fallo informático o de teclado, sino con toda la intención, para denunciar o dejar en evidencia a toda esos “pseudoprofesionales”, que lo utilizan sin ningún conocimiento o titulación poniendo en peligro a nuestro organismo, engañando a los clientes/pacientes que no saben la diferencia que hay entre una persona sobradamente preparada (fisioterapeuta, osteópata…), o simplemente un “pirata” que sin ninguna preparación toca a gente lesionada o dolorida; estimados lectores: ¿ustedes irían a un médico sin estudios?  ¿Un odontólogo?  ¿Un ginecólogo? Ahora sí, se ha dado respuesta a todas las preguntas sugeridas en el título del artículo. Ya se sabe, la salud es lo más importante, déjenla en las manos de quien realmente sabe.

Coge consejo y llega a viejo
El éxito separa a los amigos. La política, por ejemplo, es ruinosa para las amistades, porque la naturaleza de la política es recrear a las personas.
Patricia Cornwell

Rumor de cuatro esquinas
La zancada
Al correr realizamos movimientos repetitivos con varias partes o zonas de nuestro cuerpo. La manera en que nos movemos es fundamental para una buena forma al correr. Bob Glover destaca el movimiento de los brazos y la zancada, resalta su importancia para economizar energía durante la carrera.

La zancada se define como el paso o la medida del paso que da el corredor o atleta. Su importancia es fundamental  ya que la velocidad al correr es equivalente al largo del paso y la frecuencia de éste.

El primer paso para mejorar  tu zancada es observar qué estás  haciendo actualmente. Un buen método es realizar una grabación y visualizar las fases de la zancada que son el apoyo (momento desde el aterrizaje hasta el despegue) y el vuelo (recuperación). Debemos buscar permanecer la misma cantidad de tiempo en ambas fases. Lo ideal es que el pie aterrice más o menos directamente debajo de las caderas. En este punto ayuda mucho la consulta a un entrenador deportivo y la realización de trabajos de pista.

Otro aspecto importante y pregunta frecuente de los corredores es la longitud de la zancada.

Si realizas zancadas muy largas, estarás obligando a que tus pies caigan con la parte delantera y no con los talones. Así mismo, estarás realizando un esfuerzo adicional que terminará por agotarte. Unas zancadas muy cortas no serán de gran ayuda tampoco. En la medida que hagas más kilometraje tu cuerpo tenderá a buscar un paso cómodo. La postura e incluso el movimiento de los brazos podrás mejorarlos corriendo en la pista o en un gimnasio frente a un espejo. También puedes mejorar la longitud de la zancada incrementando el movimiento de la pierna hacia atrás y el rango de movimiento.

El último aspecto a considerar es la frecuencia o cadencia de zancada óptima. Una frecuencia baja puede contribuir a lesiones así como a poca velocidad.

Para mejorar la frecuencia de zancada debemos concentrarnos en hacer pasos rápidos y suaves. En un principio puede ser necesario disminuir la longitud de la misma para acelerar la cadencia.

Los corredores élite suelen correr de manera más eficiente ya que tiene menos desplazamiento vertical (que tan alto se eleva el corredor con cada pisada), menos sobrezancada (extensión de la pisada) y menos tiempo de contacto del pie con el suelo (lo que reduce el frenado). Además, tienen una frecuencia de pisada más rápida y mayor control en la longitud de la misma.

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