Se acerca el primero de mayo y con éste el temido aumento de salario mínimo. “Eso era antes que uno se alegraba, ahora lo que da es pánico porque se sabe que es la manera de anunciar una ola de aumentos que van desde el pasaje, pasando por la comida hasta los servicios básicos”, reflexionó Carmen Bolívar, residente de la calle Guaicaipuro.
Su preocupación es compartida por los dueños de estacionamientos, quienes llevan meses librando una lucha para que ajusten la tarifa. La insistencia parecía haber rendido sus frutos en marzo, cuando aprobaron el aumento que no duró ni 48 horas, luego de que fuera echado para atrás por el descontento generado entre la clientela.
“Aunque nunca es buen momento para aumentar porque a nadie le cae bien la noticia, el anuncio coincidió con el ajuste del precio de la gasolina, la gente empezó a alborotarse y quejare en voz alta y las autoridades claudicaron, alegando que debían estudiar mejor la estructura de costos de acuerdo a las particularidades de cada caso”, explicó Carlos Marrón, encargado de un estacionamiento en el casco central de la capital mirandina.
–No sé sí será porque este es un pueblo pequeño o el negocio dejó de ser rentable, pero son pocos los lugares para aparcar en Los Teques, lo que se refleja en las calles llenas de vehículos parados que entorpecen el ya complicado flujo vehicular.
Aunque para la fecha la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) se mantiene haciendo los estudios para establecer la tarifa, en algunos estacionamientos ya han hecho ajustes de precio.
“Yo pagaba Bs. 1.200 por aparcar durante la jornada laboral y el mes pasado lo llevaron a Bs. 4.000 sin derecho a pataleo”, se quejó Rosa Marcano, quien vive en San Antonio y trabaja en Los Teques y está evaluando seriamente dejar su carro en casa.
–Me dio mucha indignación al conocer el aumento; que lo llevaran al doble ya pegaba al bolsillo pero de un solo golpe lo ubicaron en ese precio. Evalúo la posibilidad de trasladarme en transporte público, aunque me aterra por todos los cuentos de robos que constantemente se escuchan precisamente en mi ruta.
Otros conductores aprueban el aumento “siempre y cuando sea conciente”, tal como afirmó Jorge Pereira, vecino de Carrizal. “Hay lugares que aún cobran 8 y otros 12 bolívares, que lo lleven a Bs. 40 ya impacta la economía porque si por ocho horas pagaba Bs. 96 –calculado a Bs. 12 por hora- ahora tendré que sacar Bs. 320 y si lo llevan a Bs. 130 la cuenta se elevaría a Bs. 1.040”, precisó.
A eso hay que sumarle la gasolina. “Hay estaciones de servicio donde te reciben con el anuncio de que no hay 91 octanos. Llenar el tanque de mi camioneta con 95 octanos son casi mil bolívares y por mi recorrido diario tengo que surtirla dos veces a la semana”, dijo el residente de San Antonio de los Altos.
Mantienen
exigencia
Mientras los usuarios se las ingenian para ahorrarse el dinero de estacionamiento para destinarlo a la compra de alimentos, los representantes de la Asociación Nacional de Propietarios y Administradores de Garajes y Estacionamientos (Anpage) insisten en solicitar al Ejecutivo nacional que lleve la hora de servicio a Bs. 130.
Benigno Luis Marcos, presidente de Anpage, dijo a medios nacionales que urge hacer el ajuste antes de que se diluya ante un inminente aumento de salario mínimo, ubicado actualmente en Bs. 11.577, 87, cifra que es superada por el monto de los cestatickets que se ubican en Bs. 13.275.
Una de las opciones que plantean para que el golpe no desbarajuste más la economía del venezolano, es hacer un ajuste escalonado que podría comenzar por Bs. 40, cifra que en principio comenzaría a regir en marzo; luego 50 hasta llegar al número meta: 130.
Mientras se llega a un feliz término, cada vez son más los estacionamientos que tienen menos personal y que reciben más carros hasta dejar abarrotados los lugares para aparcar.
Johana Rodríguez-jrodriguez@diariolaregion.net/@michellejrl